Si de ellos dependiera volverían "todos los años" al Festival de Viña, aseguran los integrantes del grupo español, que presentó en Madrid su nuevo disco, Cometas en el cielo. En él mantienen una mezcla de realidad y romanticismo desde una perspectiva más madura y "valiente"
En pleno trabajo para dar a luz nuevas canciones —que tendrán como temas a la homosexualidad, las adicciones y el amor— la exitosa banda española La Oreja de Van Gogh ya se alista para venir nuevamente a Sudamérica, aunque con una aspiración clara y confesa: llegar nuevamente al Festival de Viña del Mar.
Sin temor a "candidatearse", los integrantes del grupo aprovecharon la presentación en Madrid de su nuevo disco, Cometas en el cielo, para recordar los "momentos maravillosos" que vivieron en el escenario de Chile en 2005 y 2007, y confesar que, si dependiera de ellos, volverían todos los años.
"En Latinoamérica nos han tratado siempre de maravilla, como en casa", dijo el baterista Haritz Garde, quien confirmó que la intención del grupo es visitar la región próximamente.
Ya hay algunas fechas: el 2 de diciembre, el grupo que ahora encabeza Leire Martínez —tras el alejamiento de Amaia Montero— estará en Sao Paulo, en la que será su primera visita a Brasil. Además ya hay agendados viajes a México y Nueva York.
La Oreja de Van Gogh, con cerca de ocho millones de discos vendidos a lo largo de sus 13 años de carrera, afirma que en su nuevo disco se mantienen los temas de siempre, una mezcla de realidad y romanticismo, pero desde de una perspectiva más madura y "valiente".
Desde la dimensión "humana" del problema, dedicaron por ejemplo una canción a la situación política de su tierra natal, el País Vasco (norte de España), que actualmente vive un período de calma tras el cese de la violencia terrorista de ETA.
"Con toda la cautela del mundo, hemos hecho una canción de esperanza y la dedicamos a la primavera que esperamos que florezca", dijo Pablo Benegas, guitarrista.
La niña que llora en tus fiestas, el primer tema extraído de ese disco, grabado en Estocolmo de la mano del productor Simon Nordberg, muestra más energía de la acostumbrada, con cierto giro al rock y a la electrónica.
Al respecto, los músicos aseguran que buscaron "soluciones nuevas a viejos problemas" para no caer en la autocomplacencia, pero precisaron que el nuevo álbum "no va a sorprender a nadie", y que siguen haciendo lo que saben hacer.
Éste es, además, el "disco más de los cinco", ya que todos se implicaron en la composición de las letras, incluidos el bajista Álvaro Fuentes y la vocalista Leire Martínez, que debutó en 2008 con el disco A las cinco en el Astoria. "Te vas sintiendo más segura", afirmó Martínez, que dijo sobrellevar hoy "la misma responsabilidad, pero mucho menos peso".
Más asentada en la banda, la cantante relató el pánico que sintió cuando, al inicio de su etapa con el grupo y durante un multitudinario concierto en Bogotá, ante 60.000 personas, un fallo eléctrico provocó que se quedara sola cantando al micrófono el tema Rosas. "¡Me quería morir!", reconoció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario