Aznar cambió de instrumentos constantemente y se lució con solos de bajo, como en sus años con el Pat Metheny Group, cuyos performances valieron tres Grammys. Luego de la novena canción, leyó un texto escrito la noche previa, en el que solicitó al presidente Evo Morales esclarecer los hechos de violencia recientes y “que Bolivia retorne al camino del diálogo, el respeto y la paz”. Fue ovacionado.
Aparte de su virtuosismo, hizo gala de su amplio registro vocal, como en Deja la vida volar, de Víctor Jara. Las últimas canciones, bagualas, las interpretó acompañado de un pequeño tambor, para cerrar un recital que, en 22 temas, transitó del rock al folklore.
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