“Coraje”, solidaridad y diálogo son los elementos en los que el cantautor tupiceño Luis Rico pone énfasis con los marchistas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) que vienen a la Sede de Gobierno a reclamar el respeto a su territorio y a su forma de vida.
Un 14 de agosto de 1990, Rico fue al encuentro de los marchistas “Por el Territorio y la Dignidad” que estaban arribando por la Cumbre, a pocas horas de la Sede de Gobierno. Allí los marchistas le pidieron que componga una canción para ellos, para la marcha, y al día siguiente en las puertas de la Catedral se estrenó “Coraje”.
“Efectivamente, el año 1990, cuando los marchistas “Por el Territorio y la Dignidad” a la cabeza de Marcial Fabricano e Ticuazú, junto a otros compañeros estaban culminando la marcha en la Cumbre, rumbo a Yungas, me acerque a ellos para saludarles y cantarles mis canciones como un acto de solidaridad, en ese momento es que nuestros amigos me pidieron que haga una canción para el día siguiente que llegarían a la ciudad de La Paz”, recuerda Rico respecto a ese primer encuentro.
“Trabajé toda la noche y en base de la música del cantautor argentino Víctor Heredia hicimos este texto que refleja –reflejaba en ese tiempo- el objetivo de los indígenas del Beni que habían marchado durante tanto tiempo”, afirma el cantautor tupiceño.
Rico cumplió la promesa de entregar la composición en las puertas de la Catedral, en la Plaza Murillo, y quien le ayudo a repartir la letra fue Don Antonio Paredes Candia “nuestro padre cultural, popular de la ciudad de La Paz, entonces fue allí que apareció por primera vez Coraje”. El cantautor fue invitado por el entonces padre Jesús Juárez a participar de la Misa de bienvenida a los marchistas.
Este acto espontáneo quedó marcado en la memoria de los marchistas y por esos años no se grabó el disco, porque la empresa discográfica consideraba que tenía un “tinte político o partidario” que podría acarrear problemas. Hoy “Coraje” se la toca en varios medios de comunicación y se la encuentra en el Facebook, el Twitter, en el Internet y los correos electrónicos “y estamos siendo solidarios con estos compañeros que vienen con la intención de decirles a los paceños que una vez más seamos solidarios con la gente que viene del interior de Bolivia”.
“La canción quedó como un testimonio de solidaridad con los marchistas en agosto de 1990, entonces esta canción tiene una profunda solidaridad con la ecología, con el medio ambiente, con los habitantes de la Amazonía y por eso ahora otra vez los medios de comunicación se han interesado en hacer tocar esta canción que ha vuelto a tomar vigencia en esta nueva marcha –más dolorosa de repente-, de los indígenas que vienen del corazón mismo de Bolivia, del TIPNIS”, asegura Rico a ANF.
“Esta vez vienen los indígenas del TIPNIS trayéndonos otra atmósfera, otro aire, trayéndonos la mirada esperanzadora y creo que el pueblo boliviano se va solidarizar y los va a recibir con los brazos abiertos aquí en la ciudad de La Paz”, afirma Rico.
Hacia 1990, los indígenas de la Amazonía, a iniciativa del pueblo mojeño de Trinidad, abrieron la senda hacia la Asamblea Constituyente, con la marcha en 1990 denominada “Por el Territorio y la Dignidad”, caminando más de 600 kilómetros y atravesando montañas, ríos y selvas para llegar a La Paz.
“Fue una marcha armada únicamente de convicción, solo llevaban dos quintales de arroz y uno de azúcar, lo demás fue llegando de a poco y la solidaridad se prolongó durante todo el trayecto. Los resultados también llegan de a poco, (…) por ejemplo la marcha demandaba cuatro territorios indígenas, ahora ya son 86 en todo el país”, afirma por su parte Ismael Guzmán, investigador y sociólogo de CIPCA Beni
La primera marcha de 1990 fue de los pueblos indígenas de tierras bajas, por el territorio y la dignidad. La segunda se realizó en 1996 y se llamó Marcha por el territorio, el desarrollo y la participación política de los pueblos indígenas, organizada por la Cidob. En 2000 se hizo la tercera marcha de la CPESC, el pueblo mojeño de Beni y otros. En mayo de 2002 fue la Marcha por la soberanía popular, el territorio y los recursos naturales.
“Los antiguos cantores de protesta, cuando no había democracia en Bolivia, éramos a veces agresivos, muy drásticos de repente, peleando por recuperar la democracia. Ahora que estamos ejerciendo una democracia y que creo que hay una democracia participativa que se manifiesta en estas movilizaciones, creo que debemos entender mejor y consolidar nuestro derecho democrático a caminar por el país y encontrar diálogo con las autoridades, y que las autoridades también se hagan escuchar con los movimientos sociales, como dijo nuestro Presidente, ‘hay que gobernar escuchando al pueblo’”, asevera Rico.
La letra de Luís Rico, sobre la base de la música de Víctor Heredia tiene la siguiente letra:
Coraje
Vengo desde la selva, el bosque chimán
Donde niño y serpiente tienen su hogar
Vengo desde la tierra que ya no está
Donde antes se vivía en libertad.
Vengo a decirles que allá siembran dolor
El que depreda, mata y corta la flor,
El que mancha los ríos, el talador.
Coraje, coraje
La unión hace la fuerza y un corazón americano
Crece a la luz del sol.
Les traigo en las palabras el corazón
Desde la amazonía Yuracaré
Les traemos la esperanza, la fe y la razón
Que cargan en sus espaldas hombre y mujer.
La furia y la codicia del carayana
Está sembrando envidia y desolación
Y eso es lo que me duele en el corazón.
Coraje, coraje
La unión hace la fuerza y un corazón americano
Crece a la luz del sol.
Unidos lo Movima y los Sirionó,
Mojeños la esperanza razón y fe
En contra el carayana depredador
Luchando en el Isiboro y el Securé
Por eso el territorio y la dignidad
Nos venimos buscando al caminar
De los hermanos la solidaridad
Coraje, coraje…
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