Dueña de una potente voz y presencia escénica, la tal vez única cantautora de blues de Bolivia en la actualidad, Andrea “La Negra” Figueroa, presenta su disco homónimo con un concierto a efectuarse, mañana jueves desde las 22.30 horas, en el pub La Muela del Diablo (avenida Potosí No. 1450).
El material, grabado en vivo en 2008, contiene siete piezas de la artista, en los ritmos del blues, jazz, swing y funk, con títulos como “Tus ojos”, “Ten piedad de mí”, “Tu sangre” y “Un sueño”, entre otros que son antecedidos por un texto de presentación del escritor paceño Willy Camacho.
“Mis canciones relatan historias de amor con las cuáles pienso que mucha gente se puede identificar. Son las cosas que yo he pasado y busco hacerlas parte del público”, manifestó la cantante cochabambina que reside en La Paz.
“La Negra” grabó su disco en el pub La Cúpula de Adobe de la ciudad sede de Gobierno, apoyada por la Oficialía Mayor de Cultura paceña y las productoras Tres Tribus y Post Image, que realizaron arreglos en estudio.
Participaron destacados músicos de jazz, como Nicolás Suárez (en el teclado y arreglos de las piezas), Leo Rivas (guitarra) y Vladimir Morales (batería).
“Este disco es una mezcla, es algo que ha surgido de mi ser cochabambino, de amor por el rock y del gusto que he agarrado de vivir en La Paz, donde ya voy por el sexto año. Todo se ha fusionado, es una pequeña muestra de lo que he sido aquí y de lo que he sido allá”, señala la compositora quien admite entre sus influencias a rockeras como Janis Joplin y Tracy Chapman, además de los grupos bolivianos Llegas, Reverso y Electroshock.
Figueroa llega a La Muela acompañada también de músicos de renombre como Iván Guzmán (batería) y Andy Burnet (bajo), ambos de la banda El Parafonista, a los que se une Gabo Trujillo en la guitarra.
“Mucha gente -dice la cantanutora- piensa que el blues es aburrido, que suena a letargo y a algo muy cadencioso. Sin embargo, invito a las personas a que vayan a ver mi show, porque no solamente se van a encontrar con blues, jazz o swing, sino con arreglos muy modernos. No es algo con lo que te paras a bailar, como lo harías con una banda tropical, pero es un espectáculo muy ameno. Trato siempre de armar el show para que la gente se vaya siempre con emociones encontradas”.
Tras concluir una nunca bien asimilada como propia carrera de biología, “La Negra”, estudiante del Conservatorio Man Césped en Cochabamba, partió en 2006 a La Paz, siguiendo su vocación verdadera.
Allá fue alumna de la profesora española Tero Escrivá, su mentora y quien por entonces llegó al país para dar clases de canto, con la especialidad en blues y jazz, en el Conservatorio Nacional de Música.
“Se piensa que uno nace cantando bonito, pero es más bien cosa de aprender. Estudiar canto es como estudiar cualquier otro instrumento, incluso es más difícil porque el canto está en tu cuerpo, entonces tienes que aprender a conocer y dominar tu cuerpo”, señala Figueroa, quien continuó su formación también con profesoras particulares.
Habiendo trabajado luego en el pub Thelonius, la artista pronto se dio a conocer en el movimiento musical paceño. Más sobre la artista en su sitio de Facebook: La Negra Andrea Figueroa.
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