lunes, 12 de noviembre de 2012

Interminable sabor en el 1er Festival del Anticucho

La degustación de un gigante anticucho que medía más de dos metros y 400 pequeños que se distribuyeron de manera gratuita en Cotoca, fueron el enganche para que cientos de visitantes que acudieron al Santuario, ubicado a 17 kilómetros de la capital, demanden masivamente el plato cruceño pero además le pongan el pulgar arriba al 1er Festival del Anticucho.

El evento organizado por la Asociación de Comerciantes de Comidas, en conjunto con la Alcaldía cotoqueña, superó las expectativas de las mujeres que se dedican a promover la gastronomía cruceña a través de su oficio. Los anticuchos se hicieron "chichisco patada y pelliscos" y estos han prometido que no será la última vez que se lo realice.

Buscan recuperar la preferencia de la gente. "Estamos muy felices de que la gente responda a nuestro llamado. Queremos recuperar el apego y la preferencia de la gente a nuestras comidas típicas", señaló la señora Martha Céspedes, una de las 70 mujeres que se dedica a la venta de comidas típicas en esta comunidad.

Ella al igual que sus compañeras inició temprano sus labores la jornada de ayer, ya que además de preparar los alimentos que vende usualmente también debía colaborar con la preparación del gigante pacumuto que fue dado a probar entre los asistentes.

"Tenemos preparado 400 anticuchos más que serán repartidos también en la tarde en agradecimiento a la gente que siempre nos visita y aporta con nuestra economía", dijo Saturnina Mercado. Por la tarde, las emprendedoras también organizaron un acto para hacer el reconocimiento de la señora María Sea, que ideó este tipo de oficio entre las mujeres cotoqueñas para fortalecer el turismo del lugar y de esta manera generar ingresos económicos.

Paurito de fiesta. Pero Cotoca no fue el único municipio que se abrió a la población para rememorar las costumbres y tradiciones cruceñas.

Paurito vivió una fiesta aparte por el día de sus tradiciones.

El Municipio y los pobladores organizaron un festival de comidas típicas y como no puede faltar en este tipo de ocasiones, los juegos populares le pusieron el tinte colorido a la jornada. Los niños fueron los que más disfrutaron al participar de los concursos que fueron promovidos por la Federación de Fraternidades Cruceñas.

A su vez los pobladores de la Guardia hicieron un pausa a los conflictos con la feria de la miel.

fest

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