Jóvenes artistas integrantes de seis bandas bolivianas de música alternativa y similar número de Chile se integraron anoche en el festival Wilka Irasu, que se extenderá hasta hoy, en ambientes de El Martadero.
“Ésta es una fiesta que busca unificar lazos entre Chile y Bolivia a través de la cultura y el arte como un ente unificador más allá de lo temas políticos y de las diferencias por el mar”, además de impulsar la música alternativa, opinó una de las organizadoras del evento por parte de Bolivia, Amalia Canedo.
Las bandas chilenas que llegaron a la fiesta son Mundaca, Intento 99, La Don Ramón, Simetría, La Banda del Comodoro y Black Sunday, mientras que entre las bolivianas figuran la paceña Suyana y las cochabambinas Mandíbula, Los de Passto, Mosa Nostra, Tiquipaya Golden Blues y Ser.
Las tres primeras mencionadas de cada país comenzaron la fiesta anoche, mientras que las tres segundos suben hoy a escenario desde las 18:00.
El evento es organizado por Músicos Independientes de Tarapacá (MITA), por parte de Chile, representado por Alberto Díaz Parra, mientras que del lado boliviano hace de anfitriona la Red de Músicos y Compositores Alternativos de Cochabamba, de la mano de Canedo, Miguel Andrade y Michelle Nogales.
Versión inédita
Según cuenta Canedo, el festival nació en Iquique (Chile) y ya lleva seis versiones, en tanto que en Cochabamba es la primera vez que se organiza este evento.
Todo comenzó, según recuerda, cuando una de las bandas chilenas (La de Don Ramón) participó en un festival boliviano. En cortesía, invitaron a bandas bolivianas al Wilka Irasu en Iquique, donde participó la cochabambina Mandíbula. Después, surgió la idea de la primera versión de ese festival en Cochabamba, y surgió la red para aceptar el desafío.
El Martadero colaboró con los ambientes para el festival y algunas residencias para alojar a una parte de los 23 visitantes chilenos, entre integrantes de las bandas y de MITA, y otras nueve personas llegadas de La Paz. La Red también logró apoyo del Ministerio de Culturas y de la Oficialía Superior de Culturas de Cochabamba.
El festival cuenta también con una exposición y venta de artesanías, exposición de cómics y un concurso de Break Dance previsto para esta tarde.
“Queremos concretar proyectos que enlacen varios tipos de cultura. No limitarnos sólo a la música”, explica Canedo.
Alternativos
Según los organizadores, con el festival se busca también impulsar la música alternativa, entendida como aquellos ritmos nuevos no comerciales.
Es habitual que se organicen festivales de música folklórica o de cumbia, pero faltan estos ritmos, explican los organizadores, quienes subrayan que todas las bandas participantes componen sus propios temas.
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