"Ahí viene”, dice una fanática boliviana. De inmediato, más de 10 fans se paran y alistan sus cámaras, esperan tomarse una fotografía junto a su ídolo. Robi Draco Rosa sale sencillo y sonriente de la puerta del ascensor del hotel, vestido con una camisa a cuadros, una chamarra de cuero y unos pantalones negros.
Escoltado por su mánager y los productores del concierto, el cantante estadounidense pasa al menos 40 segundos observando a la gente y saludando a los fans, aglomerados en el hall del hotel. "Siento que estoy olor a hielo”, comenta. Y es posible que sea así, ya que media hora antes ha caído una nevada sobre la ciudad de La Paz.
Debido a un vuelo nocturno, por no mencionar que apenas ha dormido cinco horas y que sufre de un leve dolor de cabeza provocado por la altura, Robi Draco Rosa está agotado. Sin embargo, cada segundo regala una sonrisa y está de buen humor. "Llegamos a las seis de la mañana, pero estamos listos para el concierto y para disfrutar con los paceños”, comenta.
De inmediato, uno de los empleados del hotel trae un mate de coca y un limón partido. "Este es un santo remedio para la altura”, le dice uno de los integrantes del equipo de producción.
Obediente, el ex-Menudo exprime el limón y toma de sorbo en sorbo el mate. Acto seguido y sentado en un sofá, atiende la entrevista de un canal de televisión. "Muchas gracias por la invitación. Es un honor visitar Bolivia. Es realmente increíble estar acá. Estoy muy contento”, explica. La conversación con el canal de TV dura casi cuatro minutos. En ese tiempo, el compositor saluda a sus fans y habla de un nuevo disco que ya está casi listo. Además, se rehusa a cantar de forma improvisada.
Destacados músicos y artistas resaltan la profundidad de las letras de sus canciones. ¿Cuál es la clave para trasmitir esa profundidad?
No lo tengo muy claro, lo que sí sé, es que a través de los años siempre ha existido una cierta pena negra, una melancolía de pequeño y una curiosidad para saber el porqué de muchas cosas. Para escribir las letras de mis canciones siempre me pregunto: ¿quiénes somos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿por qué la vida? y ¿cuál es el propósito de la vida? También exploro y reflexiono la parte espiritual y el amor, entre otros temas. Desde pequeño he tenido siempre la fortuna de preguntarme sobre la vida y el amor.
Pienso también que otro factor importante en mi música es que Dios me ha mandado personas, seres humanos con los que tengo una conexión para trabajar. Yo considero que este tipo de trabajo es en equipo, no lo puedes hacer solo. Los grandes proyectos, como los temas, siempre se hacen en equipo.
¿Cómo surgen las composiciones de Robi Draco Rosa?
Las composiciones surgen en momentos de grandes tristezas, de grandes derrotas y a veces dentro de los pequeños triunfos. Pero yo no lo tengo muy claro, yo creo que siempre tuve la gracia de Dios, para mí todo es un misterio y sigo muy perdido dentro de ese tema.
A veces nacen composiciones en momentos muy extraños. Y yo siempre estoy muy agradecido cuando llegan esos momentos de creación. Los temas nacen sin anunciar un día, una hora, pero por lo general llegan gracias a una cierta pena negra que existe. Un tema es como una frase que decía Julio Cortázar: "Las manos negras y el corazón sudado”.
En varias entrevistas, usted declaró que la vida le ha dado golpes muy duros, uno de ellos fue luchar contra el cáncer, ¿cuál es el secreto para ser un sobreviviente?
He aprendido a hacer todo con moderación. Llevo una vida vegana, vegetariana y más leve. Eso ha sido una parte importante que me ha ayudado en la vida. Por otro lado, ha sido clave la parte espiritual. A veces a uno le afecta el estrés y esa mentalidad de querer hacer demasiado. Yo creo ahora que más bien hay que reírse bastante y tener una comunidad, una congregación. Es importante estar al lado de los amigos y la familia, un acercamiento con ellos es vital. Para mí ha sido clave para poder seguir, aún sigo luchando para seguir adelante, quiero seguir, quiero estar caminando con ustedes y quiero ser parte de ese movimiento. Pero entiendo también que hay que tener fe más allá de lo que conocemos y entendemos de lo que es la vida, eso ya es más profundo, en el sentido de ir hasta el cielo.
Hoy, ¿cómo celebra la vida Robi Draco Rosa?
La celebración es espontánea y en momentos. Los instantes son los que se acumulan y de vez en cuando aparecen, muchas veces son instantes súper tontos, pero son los mejores. Uno vive momentos importantes y que no necesariamente llevan ninguna profundidad, como la simpleza de observar a otros celebrando, y en ese instante uno absorbe y se convierte en una buena energía.
Ha creado Livin’ la vida loca, uno de los grandes éxitos de Ricky Martín. ¿Alguna vez ha pensado que tendría ese éxito?
Las composiciones aparecen, lo más importante es la entrega. Es una entrega total al trabajo en general y de vez en cuando aparecen joyas que gustan y el universo está ahí, y se da. Para mí, el éxito de una canción es aún un misterio. Ha habido canciones que he pensado que eran especiales, pero no consiguen un gran éxito. Es una pregunta difícil de contestar, yo nunca entiendo cómo una canción funciona y otra no. La creación de una canción es muy parecida a este tema de parir hijos, algunos llegan a realizar cosas grandes y otros son igual de chulos y bellos.
¿Tiene alguna composición preferida?
No, al contrario, las preferidas son siempre las que están por nacer. Son las canciones que te ayudan al renacimiento propio y que te dicen que hay un futuro, que hay un mañana y que mereces estar aquí porque hay un mañana. Ésas son las canciones más importantes y que dominan. Luego, las canciones que ya fueron creadas antes dejan de ser uno y caminan solas, otras personas las tocan y las graban. Entonces, los temas dejan de ser de uno.
Usted ha vivido muchos años en Brasil, ¿por qué nunca se animó a visitar Bolivia? ¿Qué conocía de Bolivia?
El tema de la altura siempre es la conversación número uno, pero cuando me he enterado que visitaría Bolivia he entrado al Google y he visto fotografías. Bolivia es un país precioso por sus paisajes. Además, me he enterado que producen un alimento muy rico y saludable como la quinua.
Pero antes ya tenía una referencia de su país. Mi padre ha visitado varias veces Bolivia por trabajo. Él me ha aconsejado que visite Bolivia, pero por mis actividades nunca pude estar acá. Mi papá me decía que Bolivia era un país bello. Siempre me decía "tienes que ir y estar un rato, tienes que conocer Bolivia”. Ahora, estoy aquí por primera vez y estoy feliz. Estoy muy asombrado. Mi idea es sembrar acá y regresar. Ésa es mi esperanza.
Y Draco Rosa llegó con la nieve
La nieve fue el preludio de una noche mágica e inolvidable. El sábado 4 de julio, a las 21:00, las luces del escenario se apagaron y Robi Draco Rosa, vestido con un poncho plomo, salió al escenario. De inmediato, miles de personas congregadas en el Teatro al Aire Libre aplaudieron al compositor y gritaron: "¡Draco Rosa, Draco Rosa, Draco Rosa!”. El artista comenzaba así a hacer historia en La Paz.
En el escenario, Robi Draco Rosa cantó temas como Brujería, Mad Love, Delirios, Cruzando puertas, Noche fría, entre otros. Exigente, se detenía cuando una melodía no salía a la perfección y volvía a empezar. De rato en rato se paraba para tomar aire y también para bailar, de esa manera, buscaba combatir el intenso frío. Pero nada lo detenía. Después de una hora y media, Draco Rosa se despidió, pero volvió a pedido del público y cantó media hora más. Al finalizar se despidió y dijo: "Fuerza a la vida”.
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