Manu Sija, músico tucumano que fusiona ritmos del norte argentino con jazz e instrumentos electrónicos, y Tero anDgrup (Bolivia) estarán esta noche a las 19.30 en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez en la séptima jornada del Festijazz.
La fusión de estilos marcará la gala de este lunes del Bolivia Festijazz Internacional 2017. Cerrará la noche Manu Sija, un artista argentino que toca violín, guitarra, zampoña, flauta traversa y percusión, entre otros. Transforma canciones argentinas y latinoamericanas de grandes músicos como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Violeta Parra, a través de la música electrónica y la improvisación instrumental y vocal del jazz.
Gracias a la incorporación de instrumentos electrónicos como el sampler, introduce diferentes registros para estructurar su presentación como solista, informó el festival.
Sija comenzó de niño tocando guitarra, para luego pasar al violín, con un instrumento prestado, ya que en Balderrama, un pequeño poblado del norte argentino, no tuvo acceso a uno propio, dijo al periódico argentino La Gaceta.
El artista tucumano que ha tocado en Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Argentina y Ecuador también tiene un grupo —Manu Sija Trío— con el cual grabó el disco Trío en Vivo, en 2015. Entre los músicos internacionales con los que compartió escenario están los colombianos Carlos Vives y Marta Gómez, y el argentino León Gieco.
Tero Escrivá, cantante y docente española radicada en La Paz, abrirá el espectáculo de esta noche. La artista define su propuesta musical como una apertura, tanto a la influencia de diversos géneros musicales, como al aporte de sus compañeros de banda. Tero anDgrup está compuesta por Luis Garzón (percusión y armónica), Joanne Tapia (coros y percusión de mano), Sergio Molina (guitarra eléctrica) y Noboru Shimada (saxofón y flauta traversa).
Este año, los músicos apuestan por un trabajo centrado en su interacción. Las composiciones y las letras son de Escrivá. Las canciones que pretenden “mover un poco el alma”, según contó la autora, tocan temas universales como la fe o la naturaleza, pero también tratan cuestiones más íntimas. “Me gusta que las letras tengan un mensaje, pero simple. Por ejemplo, tengo uno dedicado a mi mamá y otro que habla de la fe”, comentó a La Razón.
En su propuesta, el flamenco dialoga con el blues, el jazz, la música latinoamericana y la clásica. Los arreglos proponen una experimentación con el ritmo. En esta oportunidad adaptaron su repertorio para sumar el piano y los teclados de Patricia Bedregal y la guitarra clásica de Héctor Osaky, ambos artistas invitados. Las entradas cuestan Bs 60 (platea y palco), Bs 40 (anfiteatro) y Bs 20 (galería). Se venden en el mismo teatro, ubicado en la calle Jenaro Sanjinés, esquina Indaburo. (11/09/2017)
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