lunes, 14 de abril de 2014

Guns N’ Roses regaló una noche inolvidable y prometió volver

Apenas terminó de sonar la primera canción del concierto, Duff McKagan, el bajista original de la banda Guns N’ Roses, se paró junto a Axl Rose y dieron vida al tema Chinese Democracy. "Es un reencuentro memorable e histórico”, gritó uno de los fans al ver a dos de los fundadores del legendario grupo estadounidense compartiendo otra vez el escenario.
De inmediato, las más de 20.000 personas congregadas el sábado 12 en el estadio Hernando Siles aplaudieron el reecuentro y gritaron: "Guns N’ Roses, Guns N’ Roses, Guns N’ Roses”. El grupo comenzaba así a hacer historia en La Paz.
La inolvidable noche comenzó a las 22:45, cuando las luces del escenario se apagaron y comenzó a sonar Far From Any Road, el tema de apertura que la banda eligió para sus conciertos durante este tour. De fondo, en las pantallas gigantes, se observó la imagen de una calavera decorada con un par de rosas rojas.
En ese instante, los integrantes del grupo ingresaron al escenario; el último en salir fue Axl Rose, vestido con chaqueta de cuero negro, jeans, sombrero y gafas negras.
Sin saludar al público, Axl comenzó a cantar You Could Be Mine. Acto seguido, los miles de fanáticos sacaron sus celulares para filmar y perpetuar la primera canción del concierto.
Luego de cantar dos temas, Rose salió por un minuto del escenario y al regresar preguntó a sus seguidores: "¿Cómo están ustedes?”. De inmediato se escuchó el retumbar de las cuerdas de la guitarra de Dizzy Reed, quien con ello pareció decir: "¡Aquí estoy presente!”.
A continuación, el rasgueo de las cuerdas de la guitarra de DJ Ashba dieron el comienzo a Welcome to the Jungle, mientras que el vocalista de la banda corría de extremo a extremo en el escenario. A la par, los fans comenzaron a saltar y a corear el tema, pese al intenso frío de aquella noche, que más de un fanático –comentaron ese día- "nunca olvidará”.
Durante el concierto, Axl Rose salía y entraba al escenario de forma intermitente. En la quinta canción regresó con el cuello cubierto por una chalina de tela delgada. Luego, sin parar, interpretó temas como It's So Easy y Mr. Brownstone, lo que enloqueció a los fans, que gritaban, delirantes, a voz en cuello.
Axl, de 52 años, se cambió tres veces de chaqueta y eligió tres colores: negro, café y azul. Tras un breve descanso, Rose apareció del fondo del escenario y sin más se puso a cantar temas como: Don't Cry, Used to Love Her, Civil War y otros.
Entre los momentos más curiosos de la noche están los solos que interpretaron los guitarristas Richard Fortus, Bumblefoot Thal y DJ Ashba, quienes, según algunos de los fanáticos paceños consultados por esta periodista, intentaron espantar el fantasma del exguitarrista del grupo, el gigante Slash, quien se apartó de la banda por rencillas con el vocalista. "Son muy buenos, pero nunca como el gran Slash”, comentó Carlos López, seguidor de los Guns.
Luego, por unos minutos, se apagaron las luces del escenario y se observaron las siluetas de los técnicos, quienes instalaron un piano. Minutos después, Axl Rose salió, se sentó frente al instrumento de cuerda e interpretó November Rain.
Ése fue uno de los momentos más esperados por los fanáticos, quienes coreaban el tema y en algunos casos se pusieron a llorar.
Siguieron canciones como Patience, Nightrain, The Who, The Seeker y uno de los más esperados fue Paradise City, tema que fue interpretado por los fans como un himno. Muchos de ellos levantaron el brazo derecho como una señal de reverencia.
Finalmente, a la 1:25 de la madrugada del domingo, los Guns N’ Roses se pararon frente al escenario y se despidieron del público paceño con la promesa de volver. "Muchas gracias por venir. Espero verlos pronto”, gritó Axl Rose.


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