lunes, 14 de abril de 2014

La Paz tocó el cielo con Guns n’ Roses



Aunque Axl Roses cantó Dont Cry (no llores), muy pocos de los asistentes al concierto de Guns N’ Roses siguieron su consejo. Durante dos horas y media la banda estadounidense se ganó los aplausos de sus fans gracias a la interpretación de 29 temas.

“Estoy cumpliendo un sueño que tenía desde mis 15 años”, comentó Edson (37), uno de los asistentes al espectáculo del sábado.

No fue el único en expresar su opinión de esta manera. El grupo de Vanessa, Lidia y Clara, de 33 años, acudieron a la cita ataviadas con los tradicionales jeans rotos y la bandana roja, vestimentas que identifican a Axl Roses.

El éxito del recital comenzó casi con puntualidad. Aproximadamente a las 20.40 se abrió el espectáculo con la actuación de los teloneros argentinos Coverheads, que tocaron durante una hora, como lo anunciaron los organizadores del evento.

Los problemas comenzaron tras la salida de los argentinos. Una hora fue lo que tuvieron que esperar los asistentes. Mientras avanzaban las manillas del reloj, el público de la sección Guns N’ Roses comenzó a inquietarse.

“¿Se habrá molestado por algo Axl y por eso no sale?”, “quizá algo le pasó por culpa de la atura”, y otras especulaciones se podían escuchar en la masa cada vez más impaciente del estadio Hernando Siles de La Paz.

Más de una hora estuvo el público observando un escenario vacío. Cerca de las 22.30, la sección Guns N’ Roses, la más cercana a la plataforma, comenzó a llenarse de personas que antes se encontraban en otras secciones.

Esta aglomeración dificultó el movimiento de los fans y alargó la salida de éstos cuando terminó la presentación, a la 01.15 de la madrugada del domingo.

Solo cuando la parte central de la cancha estaba llena, las grandes pantallas LED dentro, y a los lados del escenario, mostraron la imagen de rosas saliendo de un cráneo. Inmediatamente los acordes de You could be mine (del disco Use Your Illusion II) dio inicio al show.

Sin pausa le siguieron You’re crazy, Chinese Democracy, tema que da nombre al último disco del grupo y Welcome to the jungle, el primer gran éxito de la banda y que hizo explotar de emoción a la audiencia que cantaba a voz en cuello el estribillo “Welcome to the jungle watch it bring you to your knees, knees”.

Ya desde el inicio los integrantes de la banda dominaron con energía el escenario. Raro fue el momento en el que Roses se mantuvo en un solo sitio y los tres guitarristas —Richard Fortus, Ron “Bumblefoot” Thal y DJ Ashba— intercalaban la posición de primera guitarra en los temas.

Bumblefoot y Ashba destacaron por el carisma que derrocharon durante la noche. Ambos se acercaban peligrosamente al borde del escenario y, a momentos, parecían ofrecer un concierto privado con los fanáticos que estaban frente a ellos.

En un momento, cerca al final de la presentación, Ashba apareció en el escenario portando una botella de whisky, la que compartió con parte del público ubicado en el extremo izquierdo de la plataforma.

Pese al quisquilloso temperamento de Roses, conocido por dejar conciertos incompletos si algo de molesta, el cantante estuvo en plena forma, bromeando con el público e incluso recibiendo y colocándose una chalina que una aficionada arrojó al escenario.

Cada uno de los integrantes de la banda tuvo su momento para brillar mientras tocaban temas exclusivos, ya sea como temas instrumentales de Fortus, Ashba y Dizzy Reed o canciones de Bumblefoot y el bajista Duff McKagan.

Este músico, quien fuera integrante de la formación original de Guns N’ Roses, fue presentado por Axl tras la ejecución de Rocket Queen, la novena canción de la noche, como “un muchacho algo inseguro”, que se unió a la banda “recientemente”, despertando risas de sus fans.

Los puntos más altos de la noche fueron los temas más conocidos de la banda. Interpretaciones en las que gente pareció “tocar las puertas del cielo”, como reza la letra de la canción Nokin on heavens door, una de las preferidas.

Especial mención merece November Rain, interpretada por Axl en un piano azul, Don’t cry y la pieza que cerró el espectáculo Paradise City.

Coverheads conquistó al público con clásicos

Muy pocos bolivianos conocían al grupo argentino Coverheads, por lo que su participación no era particularmente esperada. Sin embargo, bastó la interpretación de clásicos del hard rock y el heavy metal para convencer a la audiencia de su talento.

Comenzaron a las 20.40 y durante su show de una hora tocaron versiones de canciones como Crazy de Aerosmith, Highway to hell de AC/DC y Enter Sandman de Metallica para lograr que los asistentes pidieran a voz en cuello “una más”, cuando terminaron su repertorio.

La banda, que sacó su primer disco en 2012, está formada por El Chino (autodenominado Escocia) en el bajo, Gaby Zero (Killer Trip) en la guitarra, Wálter Chupete Ramírez (Superlógico) en la guitarra, Alejandro Olmedo (Primitiva) en la batería y Juan Kokollo (Gazpacho) en los teclados.






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