El festival “Rock sin fronteras” una iniciativa de varios músicos independientes que surge a partir de la necesidad de encontrar en un solo escenario a las propuestas más representativas del rock cochabambino y también la sustentabilidad de un proyecto de apertura de fronteras a través del arte. Sus ideólogos, el músico Miguel Andrade, y la gestora cultural Amalia Canedo, se plantearon el año 2015 el proyecto “Corredores Culturales Latinoamérica”, por el cual vienen propuestas musicales alternativas.
Artistas, en este caso músicos de Chile y Bolivia, son parte de este intercambio cultural al que poco le importa las nacionalidades.
Al mismo tiempo, este corredor cultural respalda el movimiento que vienen desarrollando de forma autogestionaria los músicos bolivianos y chilenos.
El nombre surgió de la idea que tenía Ozzy (baterista de Humano) de hacer caer las fronteras políticas impuestas por los gobernantes de ambos países, y vernos como parte de una misma cultura y un mismo presente histórico. Además reforzar estos vínculos de unión e integración con lenguajes universales, como la música.
El proceso de recibimiento de bandas independientes chilenas que se vino realizando en la ciudad concluirá este viernes 11 de agosto con un festival en la discoteca ex Carnival (Libertador casi América) que arrancará a las 18:30.
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