La abertura del FestiJazz 2010 de La Paz, el día 7 se septiembre en el Teatro Municipal de la sede del Gobierno, no ha sido solamente un extraordinario éxito de público, sino una demostración perfecta de la capacidad de este género musical de juntar y fundir culturas: hemos asistido a una gigantesca jam-session, donde no sólo los músicos, sino pueblos y lugares geográficos, se han juntado para crear el milagro sonoro que ha atrapado el público dejándolo literalmente prisionero de sus butacas.
Protagonista en principio era Brasil, gracias al excelente esfuerzo de su Embajada: Brasil es por su propia naturaleza una de las grandes patrias del jazz y de sus variantes. La componente africana de su cultura, mestizada de manera única e irrepetible con decenas de otras influencias, ha creado un terreno de cultivo fértil para que se desarrollaran versiones originales del jazz, como la bossa nova, y justamente uno de los creadores de ese género, Roberto Menescal, es el invitado de honor en la 20.ª edición del festival paceño.
Sin embargo, en el concierto inaugural, a la extraordinaria presencia brasileña (Diego Figueiredo, virtuoso de la guitarra como pocos otros en el mundo, y el Gabriel Grossi Cuarteto) se ha agregado algo más, un hermoso hermanamiento musical entre el país vecino y Bolivia: el proyecto Menescal de los Andes, dirigido por Jorge Luis Villanueva, ha sido un homenaje intercultural al huésped de honor y a la vez el resultado de una magnífica interacción entre músicos de ambos países. El público ha recibido la confirmación que el jazz en Bolivia está muy vivo y ha alcanzado un alto nivel de calidad, y que el propio jazz tiene, como ninguna otra forma de expresión musical, la capacidad de generar unión.
Silvio Mignano. Diplomático y escritor.
Embajador de Italia en Bolivia
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