Roberto Menescal: El afamado guitarrista y compositor brasileño se abre al público boliviano y cuenta sus experiencias personales y como músico.
Pelo blanco y sonrisa en el rostro. Mirada clara, voz cálida y un semblante pacífico de actitudes atentas. Encontramos a Roberto Menescal, invitado de honor del Festijazz 2010 en la residencia del Embajador de Brasil, celebrando el 188 aniversario de independencia del vecino país, apenas horas antes de su homenaje en el Teatro Municipal de La Paz.
—¿Cómo se siente el hombre del homenaje del Festijazz 2010?
—Yo no sé mucho del homenaje que me van a hacer. Empecé a hacer música con un grupo de jóvenes cuando teníamos 18 años, en Copacabana (Río de Janeiro, Brasil). Antes, la bossa hablaba de cosas tristes como “la mujer me dejó”, que no iban con nosotros.
—¿Cuál era la temática sobre la que escribían?
—Escribíamos acerca de lo que vivíamos, jugábamos fútbol, voley; enamorábamos, tocábamos guitarra, vivíamos frente a la playa de Copacabana, que entonces era un club democrático, y todo se dio. Las chicas empezaron a lanzarse a nosotros, y después de estudiar viajamos por el mundo. Quién hubiera pensado que duraría más de un año, son 52 años y yo estoy muy agradecido a Dios por esta vida maravillosa que me dio y estoy aquí en Bolivia, que no conocía, para un homenaje que ni me esperaba.
—¿Cuál fue su inspiración?
—Mi inspiración fue la playa. Pasé 30 años en el mar, hacía scuba diving y vivía en playas desiertas y lindas, no como ahora. Entonces mucha de mi música habla del mar, de Copacabana, de Ipanema, de las chicas que estaban siempre con nosotros en todo lugar.
—¿Qué es la bossa nova?
—La bossa nova es una cosa que sientes o no sientes, es una cosa de espíritu, es naturaleza, es esa chica en la playa, no se puede definir, pero sí se puede sentir.
—¿Cuál es su escuela musical?
—Yo empecé a tocar de oído, pero después sentí la necesidad de estudiar. Lo hice durante un año, pero después empecé a viajar. Ahora estoy con esa idea de estudiar un poco más, porque estudiar te abre puertas y es necesario, además si no, uno sigue haciendo lo mismo y no innova.
—¿Cómo es Roberto Menescal en lo personal?
—Soy una excepción en el medio musical y artístico, porque estoy casado con la misma mujer desde hace 45 años, no existe eso en el medio musical. Soy muy compenetrado en lo que hago, no participo en fiestas, soy muy profesional, me gusta mucho lo que hago, y ése es el secreto de la vida. Fui siempre muy centrado, mientras muchos de mis colegas no lo fueron.
—¿Cuál es el secreto para ser reconocido como uno de los padres de la bossa nova?
—Pues creo que nací en el momento justo. Si hubiera nacido 10 años después, nada de esto habría ocurrido.
No existe la formula para decir: “¡Oh, nosotros hicimos la bossa nova!”; yo creo que fue el momento justo. La naturaleza conspiró para que sucediera, no hay ningún mérito grande en ello.
—¿Algún mensaje para los músicos que aún luchan por incursionar en el mercado?
—Ahora hacer música es muy difícil, no por falta de inteligencia, sino porque acabó un ciclo musical, todavía no hemos empezado otro ciclo de hacer música y estamos en transición, le falta a la juventud mucho por descubrir. Todo empieza y se cierra cíclicamente. Nosotros todavía vivimos restos de un ciclo pasado, y no me toca a mí descubrir lo que vendrá; si no, a los jóvenes de hoy.
PERFIL
Roberto Menescal
Músico de profesión. Tiene 72 años de edad. A los18 años empezó como guitarrista y en 1958 inició su carrera como compositor, logrando temas mundialmente conocidos como O Barquinho, Você, Nós e o Mar, considerados himnos de la música popular brasileña. Con 52 años de trayectoria, es considerado uno de los padres del género bossa nova.
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