Desde las 18:00, integrantes del club de fans acompañadas de sus madres o familiares se dieron cita en el aeropuerto Viru Viru para ver y sacarse fotos con su ídola, pero fue algo que no pudieron concretar.
"La cantidad de gente sobrepasaba al personal de seguridad y por eso la artista no salió a saludar como tenía previsto", comentó un ejecutivo de la organización que la trajo.
Pero ya fue en el hotel donde se hospeda que la recién llegada pudo darse el gusto de compartir con las fanáticas que fueron a recibirla.
Este mismo cuadro no se pudo apreciar desde el aeropuerto. Las madres se quejaron porque Martina no salió si quiera a mirar, y menos en esos momentos de tensión el personal de la producción no explicó qué era lo que pasaba.
En medio de llantos las fanáticas confesaron que se sentían decepcionadas, pero que esperaban que su ídola se reivindique en el concierto.
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