jueves, 30 de septiembre de 2010

“La Paz es cuna de la guitarra clásica”

Pablo Uriarte, concertista virtuoso, segundo premio del Festival de Guitarra 2010

El artista ofrece hoy un concierto con un particular repertorio en el Palacio de Comunicaciones


Edwin Conde Villarreal

El consagrado músico Pablo Uriarte, que obtuvo el segundo lugar en el Concurso Internacional de Guitarra de La Paz, considera que la hoyada paceña es la cuna de la “guitarra clásica” en Bolivia. Con sólo 26 años, se convierte en el pionero de una nueva generación de concertistas que fueron formados por Piraí Vaca. Cursa actualmente el último año en la Facultad de Música del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA), de Argentina, y ya visitó varios países de Europa. Hoy ofrece un magistral concierto en el Palacio de Comunicaciones, en el que incluye un variado e interesante repertorio con música de Brower, Händel, Bach, Tárraga y otros grandes compositores. En una entrevista con CAMBIO, nos relató sus proyectos y varios aspectos de su vida.

—¿Cómo ha sido la experiencia de participar en el evento de guitarristas, en su segunda versión?

—Saqué el segundo lugar en el concurso, que fue compartido con el chileno Luis Guevara. Concursar es una experiencia muy difícil por la tensión y por el hecho de estar muy concentrado en lo que vas a tocar. Fueron tres días que me parecieron muy largos, no es lo mismo que tocar en un concierto. Es la segunda vez que participo del festival, el año pasado conseguí el tercer lugar.

—¿Cuándo comenzaste a tocar la guitarra y con quiénes te formaste?

—A los 11 años inicié mis estudios y pese a que nací en La Paz, viví en Santa Cruz desde muy niño. Allí estudié con Luis Valdez, él fue mi profesor y comencé con él. Luego seguí estudiando con Piraí Vaca durante cinco años. Intenté ingresar al Conservatorio Real de Madrid en 2004 y luego de haber aprobado tres exámenes, me faltó formación en historia de la música. Ahora estoy en el sexto y último año de licenciatura de música, con especialidad en guitarra clásica, en el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA), de Buenos Aires. También tomé clases con el guitarrista Fabio Zanon, que participó magistralmente en el festival paceño.

—¿Cuál será el repertorio que tocarás en tu concierto de esta noche en el Palacio de Comunicaciones de La Paz?

—La música que voy a interpretar no es habitual para los que conocemos la guitarra clásica. Usualmente se suele tocar las obras cumbres del instrumento. Voy a proponer al público las obras del cubano Leo Brower, dos estudios el 16 y 17; de Johann Sebastian Bach voy a tocar tres movimientos de la Partita para clave, que fue transcrita para guitarra por el músico Hubert Käppel. En la segunda parte interpretaré La Elegía, de Johann Kaspar Mertz, una obra original para guitarra que proviene del siglo XIX, también incluyo dos valses de Francisco Tárraga, el autor de Capricho árabe; después tocaré de Federico Mompou, el compositor impresionista de La Suite Compostelana, dos de los seis movimientos: Preludio y Canción. Y de George Frideric Handel la Obertura de la Suite 7 para piano. Se trata de un repertorio muy distinto a lo que suelen tocar los guitarristas clásicos.

—¿Cómo y cuál es la manera que un guitarrista clásico debe transportarse a la época cuando toca un tema antiguo?

—Tocar Bach, interpretar sus obras requiere de mucha concentración, ya que interpretar las transcripciones de teclado es diferente a tocar una obra para violín que es de cuerda y en guitarra es más cómodo. Es un reto tratarlo de hacer, pero requiere de bastante dedicación, y en el intento de hacerlo lo más parecido posible en la guitarra y que se asemeje al sonido del teclado del clave. También es cuestión de gusto. Yo voy por el Barroco con música no muy conocida en guitarra clásica, pese que los guitarristas clásicos lo que más tocan son las suites de laúd, la sonatas de violín, las suites de chello de Bach, por ejemplo, que son sobras indiscutibles; pero hay otras transcripciones para el intérprete clásico, es algo difícil encontrarlas para el guitarrista, ese ya es otro tema.

—¿De dónde provienen las partituras para guitarra de las obras para clave de Bach?

—En 1982, el famoso guitarrista Hubert Käppel grabó las Partitas de Johann Sebastian Bach en guitarra, lo que lo convirtió en un artista muy famoso en todo el mundo. Seguramente pasó mucho tiempo en transcribir las obras de clave para el instrumento de cuerdas, pero se trata de una música perfecta e inigualable. Conocí la mayor parte de estas obras por las interpretaciones de Piraí Vaca.

—¿Qué piensas de convertir a La Paz en el centro de la guitarra clásica de Latinoamérica?

—El festival que organiza Piraí Vaca en su segunda edición es un aspecto muy importante para el país. En La Paz existe mucho interés por la guitarra clásica, hay muchos chicos que tocan, también hay profesores. Creo que La Paz es como la cuna de la guitarra. Me hubiese gustado mucho estudiar aquí, pero falta nivel en la formación académica, por lo que los concertistas tenemos que salir al exterior para completar nuestra formación. En Buenos Aires, Argentina, terminaré el siguiente año una licenciatura en música con la especialidad en guitarra clásica, en la Facultad de Música del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA).

—¿Qué nos puedes decir de tu guitarra y dónde fue fabricada?

—En Buenos Aires pretendí arreglar una guitarra que la compré en Grecia y fui al taller del luthier Ricardo Louzao, y encontré este instrumento con una serie de detalles únicos que permiten pulsar sonidos muy claros, además de su gran potencia. Su costo es de tres mil dólares, pero no tiene nada que envidiar a una guitarra europea. Tiene una fibra de carbono interiormente y el apoyo para el brazo derecho en la caja de resonancia evita ejercer presión en la caja, lo que permite emitir sonidos mucho más claros.

—¿Cuáles son tus proyectos artísticos y qué actuaciones programas?

—Voy a seguir dando conciertos, voy a vivir de eso porque cuando uno tiene pasión puede llegar a ser el mejor. Hay 100 mil guitarristas clásicos y como 20 conocidos, pero si se trata de salir adelante lo puedes lograr con paciencia y llegar a ser un concertista y un maestro. Para el año 2011 vamos a tocar con un cuarteto junto a Piraí Vaca, por varias regiones. Ya que cada país tiene su propio cuarteto de guitarras y lo vamos a consolidar en Bolivia.

—¿Cuál es el mensaje para los jóvenes guitarristas que se están formando y estudiando?

—Sobre todo que no dejen el instrumento, que tengan pasión con el corazón y que nunca se dejen ‘bajonear’ con los prejuicios en Bolivia, porque faltan bastantes músicos que salgamos al exterior.

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