Marrona llegará al país por primera vez junto a sus cuatro compañeros el 23 y 24 de agosto y se presentará en Sonilum.
“Conozco el entusiasmo de los numerosos seguidores bolivianos que han ido a vernos a Buenos Aires. Estoy seguro de que serán funciones muy disfrutadas tanto por el público como por nosotros”, comentó el músico y humorista, quien conversó con Página Siete
Les Luthiers tiene 46 años de trayectoria, ¿cómo ve que nuevas generaciones sigan su trabajo?
Es una especie de milagro y nos encanta que ocurra; nuestro espectáculo se ha convertido para muchas familias en un programa que comparten padres, abuelos y niños (algunos de éstos, sorprendentemente pequeños).
Si tuviera que elegir los momentos históricos del grupo, ¿cuáles serían?
No es fácil precisarlos porque nuestra carrera ha sido un continuo trabajo en el que fuimos creciendo paulatinamente. Por supuesto, un momento histórico fue el de nuestro nacimiento, en septiembre de 1967, cuando nos separamos de un grupo mayor llamado I Musicisti. Otro hito fue el de nuestra primera gira a España, en 1974, que nos abrió un espacio en ese país.
Luego de todo este tiempo, ¿cuáles fueron los momentos más difíciles que atravesó el grupo?
Además de la exigencia de crear espectáculos de calidad, mantener la cohesión durante tantos años.
¿Qué retos o dificultades se han encontrado al momento de crear obras musicales y de humor?
Es difícil encontrar y desarrollar buenas ideas humorísticas; se trata de un proceso lento y de resultado incierto. Tenemos que esperar a representar la pieza por primera vez para saber si causa gracia. Por lo general es necesario modificar la obra, y a veces descartarla. En cuanto a los chistes, tratamos de que tengan originalidad y un buen diseño.
¿Cuál es la clave para crear obras de humor sin la necesidad de caer en la grosería?
Sencillamente, evitamos la grosería porque es un recurso fácil. Consideramos que es mejor buscar caminos más nobles para hacer reír.
¿Qué es lo que más les hace reír a los integrantes de Les Luthiers?
Como tenemos mucho ejercicio del humorismo, por lo general solemos pasar momentos divertidos en cualquier situación.
¿Qué significa para el grupo haber llevado su arte a los más importantes escenarios del mundo?
Representa un gran orgullo. Nos emocionó actuar en lugares como nuestro Teatro Colón, el Palacio de Bellas Artes de México, el Lincoln Center de Nueva York, todos repletos de un público fervoroso.
Si tuviera que mencionar referentes artísticos del grupo, ¿a quiénes elegiría?
Entre otros, Woody Allen, Monty Python, Chaplin, Tricicle, Fontanarrosa y, sin duda, a nuestro Quino.
¿Cuáles son los retos que Les Luthiers persigue en la actualidad?
A nuestra edad, lo difícil es lograr que nuestras neuronas y músculos se comporten con dignidad.
¿Qué referencia artística o musical tienen sobre Bolivia?
La música barroca. Me maravilla la asombrosa experiencia de las misiones jesuíticas de Chiquitos.
¿Qué repertorio alistan para sus presentaciones en Santa Cruz?
Lutherapia, un show que estrenamos en 2008 y seguimos representando. Para muchos es nuestro mejor espectáculo.
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