Después de haber vendido más de 50 millones de discos con su sello EMI, Coldplay busca nueva discográfica. No se trata de una decisión artística de la banda que lidera Chris Martin, sino de una imposición de las autoridades europeas de competencia, que han dado el visto bueno a la compra de la discográfica británica por parte de Universal, pero a cambio de que se deshaga de un importante catálogo de grupos que, además de Coldplay, incluye a Kylie Minogue, David Bowie, Blur o Nick Cave & The Bad Seeds.
Bruselas quiere asegurarse de que el gigante que nació con la fusión de las dos discográficas no supondrá una amenaza para la libre competencia en el mercado de la música.
El objetivo final es que Universal, que ya antes de la operación era la primera empresa del sector, no suba los precios tanto a la venta de CDs como a las licencias que ofrece a las plataformas digitales de venta de música, como Spotify, Apple o Amazon.
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