El ascensor se detuvo en el tercer piso de esta casa periodística y de él salieron Marcos Justiniano, Fabio Zambrana, Nandy Justiniano y Martín Espada. Estrecharon la mano de Juan Carlos Rivero, el anfitrión, y juntos ingresaron en el salón donde la mesa ya estaba servida.
Azul Azul hizo de nuestro café de la siesta una ‘bomba’ desde que se sentaron alrededor de los apetitosos horneados. No se guardaron nada y lo primero que nos contaron fue que tienen pensada una gira musical para cantarle por última vez a Bolivia, después de que anunciaron su retiro de los escenarios el 16 de mayo.
Eso sí, dejaron claro que la única condición para firmar un contrato con algún empresario interesado en la gira es que los boletos sean accesibles para todos sus fans. “Todavía no hemos cerrado nada porque queremos que toda la gente vaya a vernos”, enfatizó Fabio, la voz del grupo.
Y fue Fabio justamente el que le preguntó a Juan Carlos Rivero si se acordaba de aquellos tiempos mozos cuando iban a patear pelota juntos o simplemente hacían travesuras en las polvorientas calles de Santa Cruz de la Sierra. “Sí, me acuerdo”, le contestó Rivero. A partir de ese momento ninguno de los dos callaron y sacaron a relucir sus mejores momentos durante la época de colegio.
Después, Fabio habló de su sueño de escribir un libro, pero también de seguir componiendo canciones, mientras que los otros tres músicos también comentaron acerca de sus proyectos futuros. Marcos dijo que no solo quiere dedicarse a la música. “También me interesaría el periodismo”, indicó. Nandy adelantó que lo que más le gustaría enseñar es a tocar batería a los niños y por qué no pensar en una escuela para eso. Y Martín intervino para afirmar que seguirá siendo guitarrista por varios años más.
Pero los chicos tampoco no se cierran a nada. Nandy y Marcos desearían producir canciones dedicadas a Dios. “¿Por qué no lo haríamos? Es algo pendiente”, dijeron al unísono. Quizás ahora tendrán que esperar un poco porque tienen que concentrarse en su despedida.
Quedó demostrado que el cuarteto posee un buen sentido del humor, pero también tiene un buen diente. Ellos agradecieron por la invitación y nosotros les dejamos claro que siempre serán bien recibidos.
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