La venta de entradas para Rock in Río ha causado furor en Río de Janeiro, donde miles de personas agotaron en sólo tres días los 600.000 ingresos disponibles para el festival, informó ayer la organización.
Las avalanchas de jóvenes registradas en los cuatro centros comerciales cariocas habilitados para la venta llevaron a la organización a anunciar que a partir de hoy la taquilla se concentraría exclusivamente en el estadio Joao Havelange, llamado el "Engenhao", pero horas después dieron por agotadas todas las entradas.
"La velocidad de las ventas fue una sorpresa para nosotros", declaró esta noche en un comunicado la vicepresidenta de Rock in Río, Roberta Medina.
La fiebre por el festival de música supuso que el domingo pasado, 40 horas después de que se iniciase la venta por internet, se agotasen las 90.000 localidades que se iban a vender por esta vía, y hoy se vendió la totalidad del aforo para los seis días del espectáculo, que se celebrará entre septiembre y octubre próximos.
"Los fans pueden esperar porque en el 2013 habrá una nueva edición del festival aquí", agregó Medina en el comunicado.
El furor que existe en la ciudad por Rock in Río se apreciaba en las largas filas registradas en los puntos de venta donde miles de personas esperaban pacientemente el turno para adquirir las entradas.
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