La venta de entradas para el Rock in Río causa furor en Río de Janeiro donde centenares de jóvenes se agolpan desde el lunes a las puertas de cuatro centros comerciales para conseguir ingresos, lo que obligó a los organizadores a trasladar la taquilla a un estadio.
La fiebre por el festival de música supuso que el domingo pasado, 40 horas después de que se iniciara la venta por internet, se agotaran las 90.000 localidades que se iban a vender por esta vía.
Debido a las avalanchas de gente registradas en los puntos habilitados, la organización anunció ayer que a partir de hoy concentrará la venta de entradas en el estadio Joao Havelange, alrededor del cual se había formado ayer una fila de unas 16.000 personas deseosas de adquirir entradas. El furor que existe en la ciudad por el Rock in Río, que se celebrará entre septiembre y octubre, se apreciaba en las largas filas.
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