miércoles, 7 de noviembre de 2018

Bladimir Morales “Con el bajo siento que es posible ingresar a un mundo espiritual”

“Todo comenzó en la iglesia a la que asistía desde niño y que confió en mí para ser parte de su grupo de música, en el año 2001, todo esto en base a un llamado divino sobre mi vida”, recuerda Bladimir Morales acerca de sus inicios en el campo musical.

LG: Y PROFESIONALMENTE, ¿CUÁNDO EMPIEZAS?

B: El año 2003 en el Festijazz de aquel año como bajista de una banda que conformé, llamada Fiction jazz. Tocamos soundtrack de películas en versiones jazz. Durante el mismo año estuve de gira en el proyecto de Manual Monrroy Chazarreta (El Papirri) en la difusión de su disco “Cara conocida”. Fue un año inolvidable, el cual afirmó mi llamado para dedicarme a la música.

LG: ¿ESTUDIASTE O ERES UN ARTISTA AUTODIDACTA?

B: Ambos. Estudié en el Conservatorio Plurinacional de Música, además participé de talleres dictados por músicos extranjeros. Hoy, gracias al internet, hay excelente material para continuar mejorando.

LG: ¿POR QUÉ ELEGISTE EL BAJO?

B: Considero que de alguna forma el bajo me eligió a mí. Comenzando mis estudios de música, estudié varios instrumentos, pero de todos ellos, con el único que sentí una conexión especial fue con el bajo. Es un instrumento esencial para la música, sus frecuencias graves tienen la habilidad de llegar al corazón de las personas. Estudios muestran que tiene un poder especial en la forma de sentir de las personas, y esto es algo que nadie imagina, pues no olvidemos que la música tiene un componente espiritual muy fuerte.

LG: ¿QUIÉNES FUERON TUS INFLUENCIAS COMO BAJISTA?

B: Indiscutiblemente Víctor Wooten, Marcus Miller y Ron Carter, y un grupo que marcó mi vida musical fue y es Dream Theater.

LG: ¿QUÉ SIENTES CUANDO TOCAS EL BAJO?

B: Con la música y en mi caso particular con el bajo siento que es posible ingresar a un mundo espiritual. Puedes sentir y disfrutar la música que amas y estás tocando, pero los momentos que tienes para expresarte “a solas”, es decir, cuando puedes improvisar un solo, es donde siento que puedes transmitir a la audiencia aquello que está en lo más profundo de tu corazón, puedes expresar lo que quieres y hacerlo sin palabras. Se trata de impactar vidas positivamente.

LG: ¿CÓMO DEFINES TU ESTILO?

B: Me gusta experimentar mucho con nuevos sonidos, por ello el uso y el interés que tengo por los pedales. Asimismo, me considero “múltiple”, ya que puedo tocar varios géneros musicales, como el jazz, funk, metal, pop, rock, electrónica, etc.

LG: ¿CUÁLES FUERON TUS MAYORES LOGROS MUSICALES?

B: Momentos de gran importancia en mi carrera fueron ser reconocido como músico profesional por marcas internacionales, como MTD, Bartollini, Gruv gear, Tec amp, Source audio, Audio64 y La bella, además gracias a estas marcas poder ser parte de los shows internacionales NAMM en 2017 y 2018, que se realiza en Los Ángeles, Estados Unidos. Otro momento especial fue haber llevado adelante el tributo más grande en nuestro país a la banda Dream Theater con músicos destacados en nuestro medio. También tuve la oportunidad de grabar un DVD con el destacado músico y pianista holandés Mike del Ferro, llamado “Rhapsody”. Por supuesto debo mencionar el ser parte y creador de una de las bandas más representativas de nuestro país en los últimos 10 años, Efecto Mandarina, con la que tuve la oportunidad de conocer al bajista y ganador de un premio Grammy, Andrew Gouche, y con quien grabamos un disco en uno de los mejores estudios de música del mundo. Aunque no muchos lo sepan, llevo adelante un proyecto en el cual enseño música a niños, niñas y adolescentes, llamado Go Music. Finalmente, mi pasión por la música y su desarrollo en nuestro país me llevaron a ser parte de la organización del Bolivia Festijazz desde el 2008.

CARIÑOSO, APASIONADO Y SOÑADOR

Carlos Bladimir Morales Villarroel nació el 9 de octubre en La Paz. Estudió música y es técnico superior en ingeniería industrial. Considera que tiene un carácter “cariñoso, apasionado y soñador”, aunque se enoja con cierta facilidad. La perseverancia es su mayor virtud. Sus hobbies son escuchar y buscar nueva música, estudiar mucho acerca del sonido (audiofilo). En su tiempo libre escucha a Tigran Hamasyan, Sons of Apollo, Sudan Archives, Mr. Jukes y Lizz Wright.

LG: ¿QUÉ REPRESENTAN EN TU VIDA EL JAZZ Y EFECTO MANDARINA?

B: El jazz representa para mi libertad básicamente. Efecto Mandarina fue y es un proyecto que tiene mi corazón en él. Ese nombre representa esfuerzo, dedicación, perseverancia, libertad, amistad, crecimiento y algo sobrenatural.

LG: ¿DESDE CUÁNDO TE DEDICAS A LA PRODUCCIÓN MUSICAL?

B: Producir música ha sido una de mis inquietudes desde que era estudiante. Mi primer “experimento” fue la banda “Jazz Fiction” en 2003, de ahí en adelante gracias a Dios fui parte de varios proyectos musicales, de los cuales en muchos confiaron en mí como productor. Evidentemente Efecto Mandarina ha sido y es mi principal producción. Más allá de tomar la producción como un reto, yo lo veo como un anhelo de promocionar música hecha en Bolivia, de desarrollar el talento musical que sí existe en nuestro medio.

LG: ¿QUÉ TE GUSTARÍA LOGRAR MÁS ADELANTE?

B: Sueño con realizar una grabación con el gran bajista Víctor Wooten. Por otra parte, consolidar la creación de una productora musical para apoyar al talento boliviano y la escuela de música que tengo a mi cargo (Go Music). Quiero especializarme mucho más en la enseñanza con énfasis en aquellos niños, niñas, adolescentes que tienen retos de aprendizaje y de quienes se cree que no tienen la habilidad de aprender música. Mi experiencia con ellos ha abierto mis ojos a esta problemática.

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