Alma Perdida es el nombre del espectáculo musical que experimenta con instrumentos del mundo para crear una mística atmósfera sonora. “Alma Perdida surgió el año 2007 con Amado Espinoza, un amigo percusionista. Ambos queríamos hacer algo diferente: Amado pasó de lo clásico y el folklore boliviano hasta la música árabe e hindú. Yo venía más del blues y de las tablas teatrales, así que nos pusimos a componer”, comenta Alejandra Lanza, líder y vocalista del grupo Timpana.
Alma Perdida es la canción que sirve de título para el espectáculo y el disco de la agrupación. “Está inspirada en el amor, la pérdida y la renovación: Un amor que siempre estuvo a tu lado y, de un día para otro, se va de este mundo.
Finalmente, son las almas y las presencias que se quedan en nuestro recuerdo, en nuestro querer. Muchos dicen: ‘hay que dejar ir’, y sí, hay que dejar ir. De todas maneras, el amor persevera. El que se queda, sigue viviendo y siendo parte de la vida. Creo que el amor es una oportunidad para renovarse, el volver a enamorarse”.
El acordeón, el cajón peruano y el charango conviven con percusión africana árabe y australiana. “Es una experiencia visual y sonora, con bailes, ritmos musicales de todo el mundo, pero hechos Timpana”, agrega Lanza.
El patio del Museo Nacional de Arte (c. Comercio y Socabaya), que contará con calefacción, recibirá a estos artistas que el domingo ofrecerán una breve muestra de su música en la Feria Cultural de El Prado. “Es un espectáculo que invoca, inquieta, emociona... y, lo que más me gusta, llama al juego con el misterio. Ya lo dirá el público, el espectáculo es para ellos, para regalarles un instante de nuevos universos”, invita Lanza.
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