CINEMAVERITESNM.- De vez en cuando se pone en duda su estado actual. Y se dice que está atrapado en una espiral perniciosa, una recaída, un nuevo coqueteo con su parte más oscura.
Se especula con ese “a veces siento que quiero portarme mal”, que vomitó con honestidad brutal a la revista Gente el verano pasado en Punta del Este. Pero lo cierto es que Charly García (59) sigue adelante con su proceso de rehabilitación y así, más lento pero más controlado, puede sacarle el jugo a lo que más disfruta: tocar en vivo. “Fui soltando, dejando atrás lo que no me hacía bien, sin joder a nadie”.

—¿Cómo se reparten en porcentajes hoy, en tu estado, la creatividad y el amor?
—En el fondo son la misma cosa. El único problema que hay entre ellos es que son un poco celosos.
—En una entrevista reciente dijiste que “las drogas son un infierno”. ¿Por qué se descree de que te prescindís de esos estimulantes?
—Mi respuesta fue muy generalizada y puede sonar a santurrón… ¿y por qué? Como todo, depende desde dónde se mire. La gente sabe, y me ve, y entonces aparecen las imposibilidades de la condición humana operando con la venta. Decir que sigo bien no es noticia.
—¿Molesta dar explicaciones?
—El tema es que me aburre seguir cargando aquel pasado, porque ya fue. El otro día escuché a un maestro zen… Decía que soltar y dejar atrás el pasado, e ir en presente solamente, sería el primer ejercicio que deberíamos aprender para poder seguir livianos. Y yo fui y sigo dejando atrás muchas cosas. Yo no me puedo dar el lujo de hacer lo que hacía antes. Yo voy para adelante y agradeciendo todo, siempre.
—Estás componiendo para el nuevo disco. ¿Cómo va ese proceso?
—Muy bien. Entramos en preproducción en breve, pero será más abierto y poderoso. Mientras, seguimos con los shows, que disfrutamos muchísimo.
—¿Qué te da mayor adrenalina a la hora de pisar un escenario?
—Que no haya una cáscara de banana… (risas) y la experiencia de unidad, verdad, de celebración, también.
—¿Hoy, qué es lo más divertido de un after show?
—El after ya es muy tarde para mí. Y por la historia que tenemos mi banda y yo, que vivíamos unos realmente sentidos, con una búsqueda un poco mística y otro tanto gótica, hoy disfruto del after mirando tele en la cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario