En 1987, La Paz contaba con tres bandas dedicadas al jazz y la Bossa Nova (Zembu, Latin Jazz, Sempiterno y posteriormente La Quinta Estación). A pesar de la poca cantidad, Walter Gómez y Edgar Bustillo, tuvieron la idea de reunirlos en un festival. Así surgió un movimiento independiente, entonces el jazz se expresaba en el Matheus Piano Bar y esporádicamente en otros espacios como, Montmatre, Ganímedes, el Horno Bar o el AveSol.
Esta etapa organizacional se tradujo en la realización de tres festivales locales en los años 1987, 1991 y 1995, y de dos Festibossas, en 1996 y 1998. Durante este periodo, se habían realizado conciertos de Elvin Jones, Peter Materna, Christi Doran & New Bag de Suiza, del trompetista norteamericano Terence Blanchard, el Nils Wogram Quartet de Alemania y la NDR Big Band de Colonia.
Sus promotores institucionales tomaron contacto con los organizadores locales a efectos de lograr una producción adecuada para estas presentaciones. La respuesta del público y el interés de los organismos de países como Alemania, Francia y Suiza, se tradujo en otra idea, que fue determinante para esta historia: la organización de un primer La Paz FestiJazz Internacional para el año 2001.
En esa primera versión concurrieron cinco grupos del exterior y otros tantos de nuestro medio. La calidad alcanzada y el consiguiente entusiasmo, además de la constitución del Grupo Europeo de Cultura, permitieron que al término de esta experiencia se plantearan la segunda versión para el 2002. Si bien no se había previsto de inicio una periodicidad anual, la respuesta del público y la confianza de la cooperación internacional, determinaron que los organizadores decidan hacer una reunión internacional por año, consolidándose para ello el mes de septiembre.
Era también momento de proseguir en grande la premisa de abrir el jazz a otros públicos, más allá de los asiduos a este género que frecuentaban los pubs mencionados, propósito que acompañó de inicio a esta empresa y que se fue afianzando de manera creciente en torno al FestiJazz Internacional. La motivación que los festivales locales provocaron en los músicos nacionales también se hizo evidente a lo largo de cada versión.
Para este tiempo, el Thelonious Jazz Bar había tomado la posta para constituirse no sólo en un punto especializado de irradiación del jazz sino como centro de práctica, jam sessions y ensayos. Juan Pereira formó de esta manera La Paz Big Band, la primera gran orquesta de nuestro medio, que debutó en 2001. Luego se irían constituyendo otras orquestas como la Big Band Juvenil y la Bolivia Big Band, también bajo la dirección de Pereira.
En 2005, el ascenso de la actividad se hizo ya manifiesta con la aparición de nuevos músicos, gran parte de los cuales eran alumnos de la Carrera de Música Moderna del Conservatorio Nacional de Música, que se instituyó a principios de esa década. Algunos grupos o solistas concurrieron a festivales internacionales en Chile y Europa. Ciertamente, las bandas se estabilizaron y fueron surgiendo otras. La indiscutible calidad de los grupos visitantes consolidó el festival y los músicos del exterior ya tenían una opinión formada sobre la solvencia organizacional, la respuesta a los compromisos asumidos y también el interés y la cálida respuesta del público, que comparativamente eran más apreciables que los festivales de otras ciudades de la región. Por esta razón, grandes músicos que han participado en los festivales más importantes en el mundo, buscan regresar al Festijazz.
El auge de las bandas nacionales, que llegaron a sumar 18 nuevas agrupaciones y su calidad iban al mismo paso del prestigio y calidad de los participantes del exterior. Este era un resultado de la exigencia de calidad, capacidad creativa y responsabilidad que el FestiJazz demandaba. Ya se habían recibido gratas sorpresas de otras ciudades del país, entre las que destaca el grupo 3DPaso de Santa Cruz y otros de Cochabamba y una orquesta de El Alto.
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