viernes, 6 de julio de 2012

ERICK VALDIVIA trae sus "Primeros pasos" a La Paz

Se trata de la primera producción musical del pequeño charanguista orureño. Llega el sábado para promocionar su disco.

REDACCIÓN CENTRAL

Cambio

No hubo el respaldo de las disqueras, pero el amor de los padres de Erick Valdivia (11) pudo más y así nació Primeros pasos, la obra musical del pequeño charanguista orureño que será promocionada este fin de semana en la ciudad de La Paz.

“Ésta es la segunda entrevista vía teléfono que me hacen”, indicó Erick, quien aprendió a tocar el instrumento a los nueve años en la Escuela de Charangos Wara, de la ciudad de Pagador, guiado por su maestra Rosario Peredo.

Sin embargo, su afición por el charango nació mucho antes por influencia de su padre, quien se pasaba horas con el instrumento amenizando fiestas familiares.

El amor a la música lo convirtió en uno de los alumnos más destacados. Su capacidad para aprender, la disciplina y perseverancia complementan su personalidad de músico de vocación, con espíritu sensible de carácter tierno y risueño.

Así fue nutriendo su habilidad y destreza, y el maestro Saúl Callejas motivó a los padres de Erick para producir este primer disco que consta de 11 canciones.

“Ésta es una producción propia. Hemos tenido que apretarnos el cinturón para poder ayudar a nuestro hijo”, comentó Bety Cabezas, madre de Erick.

El pequeño prodigio nació el 5 de septiembre de 2000 en la ciudad de Oruro.

En 2010 empezó su participación en los escenarios como invitado en exposiciones de arte, en el aniversario de su escuela, y también se presentó con compañeros de un nivel más alto en el concurso de villancicos, organizado por la Alcaldía de Oruro.

En 2011 participó en el festival de charangos William Ernesto Centellas, organizado por el programa Rijchariy Llajta, en el que obtuvo el tercer lugar.

El mismo año, con la Escuela de Charangos Wara dio un concierto gratuito denominado Esperando la Navidad.

Erick tiene su casa en la zona norte de la ciudad de Oruro. Cuando no está tocando el charango juega a la pelota con Diego Espinoza, su mejor amigo de colegio.

Su meta está fijada con claridad: componer y hacer música. “De aquí a unos años me veo en cualquier lado, pero tocando”, afirmó.

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