¡Vivo escuchando música! Entre la que más me gusta están la clásica, el jazz moderno y la tradicional de los pueblos que alguna vez tengo la fortuna de visitar. Pero, en realidad, la música es la más grande pasión de mi vida y siempre me doy tiempo para escuchar todas las variedades y, más que eso, para aprender.
Ver • Por cuestiones de trabajo, no puedo ver mucha televisión; pero los fines de semana me doy tiempo para seguir algún documental en Discovery o History. Los domingos siempre escapamos al cine con mi hija, Clara, para ver una buena película de acción.
Artes • Me gusta la pintura. Nunca me dediqué a ella, pero coadyuvé en alguna oportunidad para hacer algo interesante con Roberto Mamani Mamani, en un concierto de charango y pintura; fue una linda experiencia que espero no sea la única. También admiro mucho al pintor y fotógrafo Miguel Burgoa, a Gastón Ugalde y a muchos otros.
La red • Internet es una herramienta de trabajo para mí; sin embargo, no dejo de entrar a Facebook, donde he podido encontrar y estar en contacto con muchos amigos.
Comer • El placer más grande que tengo (aparte de tocar mi charango) ¡es comer! No podría decir que me gusta un plato específico, pero sí puedo nombrar los que más me gustan: el picante de pollo al estilo peruano, el ají de papalisa, la fritanga (que prepara mi mamá). Creo que soy un fanático de la comida boliviana porque me gusta todo y de todas las regiones. También he tenido la oportunidad de viajar a diferentes países y degustar la variada gastronomía, pero la comida japonesa es una de mis debilidades.
Beber • La bebida que consumo en ocasiones especiales o cuando quiero tener un momento de sosiego es, definitivamente, el whisky. Por ejemplo, después de un concierto, a manera de brindis y también de bajar la tensión y la euforia que produce un escenario, viene muy bien un vaso de esta aromática bebida. Para acompañar una carne a la parrilla, lo mejor es una copa de buen vino tarijeño o, cuando se trata de una carpa o los cangrejitos (en Tomatitas), un buen vino blanco.
Escapadas • A veces, cuando quiero escapar de esta selva de cemento, me voy (solo) a nuestro querido Lago Sagrado; me siento en la orilla y contemplo el hermoso paisaje. Ésa es una manera de encontrar inspiración para algunas composiciones musicales. Otras de mis escapadas bohemias tienen como destino el boliche Thelonious, para escuchar jazz.
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