Diego Francisco Ballón Cárdenas, pianista y tecladista de la reconocida banda de jazz Efecto Mandarina, tiene 27 años, nació el 20 de julio de 1988 bajo el signo zodiacal de Cáncer.
Empezó de muy niño a incursionar en la música, tocaba el teclado sin saber absolutamente nada, tenía una relación muy natural con el instrumento.
Historia
De pequeño pasó clases con una profesora rusa a la cual, según Diego, odiaba a tal punto que llegó a despreciar el piano por mucho tiempo. A sus 12 años conoció al maestro Einar Guillén y comenzó a pasar clases con él y demostró su inclinación musical por el jazz.
Comenzó a asistir al famoso club Telonius, que fue la cuna del jazz en Bolivia. Ahora lamenta que Telonius esté cerrado, sin embargo, dijo que espera con ansias la reapertura de ese magnífico sitio.
A pesar de ser un niño, Diego asistía a Telonius debido a que el padre de su amigo era el dueño del edificio. A los 14 años lo invitaron a tocar en la banda del guitarrista peruano Ernesto Loyola quien lamentablemente falleció. Debutó con la banda de Loyola y confesó que fue una experiencia alucinante.
Como virtuoso y precoz en la música, Diego ya componía durante su adolescencia de manera seria piezas musicales. Estudió en el colegio Hemingway hasta que se cerró, luego hasta su bachillerato estuvo en el colegio Los Pinos, de la zona sur de La Paz. Posteriormente ingresó a la Universidad Privada Boliviana (UPB) para estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones. Le fue mal a pesar de los esfuerzos que puso.
El músico abandonó la carrera y era consciente de que su vida y futuro era la música, también se recibió del Centro Boliviano Americano (CBA) y luego se dedicó totalmente a su mayor pasión. Su profesor Guillén lo convocó para que sea profesor del Conservatorio Nacional de Música de La Paz cuando tenía apenas 18 años.
Recuerda que su experiencia en el conservatorio fue graciosa, debido a que había gente que rondaba los 30 años y a él le parecían bastante mayores, además de que en un principio no lo tomaban con seriedad debido a su aspecto delgado y su juventud.
“Entré a la clase y comencé a explicar algunas cosas. Me preguntaron ¿vos quién eres?, ¿acaso eres el profesor? me dijeron. Fue complicado, se hacían la burla y algunos alumnos se fueron. La secretaria les dijo que yo era el profesor y para que me tengan un poquito de respeto me puse a tocar piano”, recordó.
Diego fue el miembro más joven de la Big Band Jazz de La Paz, junto con ellos hizo presentaciones en Arica. “Me quedé varios meses tocando ahí, lo pase divertido y conocí grandes amigos”, agregó.
Después de eso, Diego ya era conocido y lo invitaron a varios proyectos. Tocó para “Parafonista”, Carlos Ponce, Oscar Córdoba y para Manuel Monroy Chazarreta (Papirri), entre otros músicos de renombre. Paralelamente en Telonius comenzaban a surgir otras bandas e hizo un trío de música brasilera junto a Vero Pérez. “Era una época increíble, se formaban nuevos grupos y tenía mi trío de jazz”, recordó.
Una vez posicionado en la escena musical boliviana, el gran Rodrigo “Grillo” Villegas, ex guitarrista de Loukass y líder y cantante de grupo de rock Llegas, convocó a Diego para que forme parte de su banda. Según el artista, no lo pensó para tomar esa decisión y aceptó inmediatamente. Formó parte de Llegas hasta que el Grillo decidió retirarse y paralelamente ingresó a Efecto Mandarina que actualmente es su banda principal y el proyecto que más disfruta.
Diego tuvo un exitoso paso por Chile
Hace un año y medio, Diego se fue a vivir a Chile, dejó sus proyectos en Bolivia y comenzó a trabajar junto al gran trompetista Cristian Cuturrufo, a quien acompañó en su gira de verano y recorrió gran parte del territorio chileno.
Para Diego, tocar con Cuturrufo fue una gran escuela y luego armó una banda de jazz con músicos de alto nivel, con la cual se presentó en Bolivia para el Festi Jazz. Aseguró que el proyecto sigue latente y no descarta la posibilidad de volver a tocar con ellos.
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