El domingo, las luces del escenario del Teatro al Aire Libre se apagaron a las 21:00. Segundos después, los cinco integrantes de la banda finlandesa Sonata Arctica ingresaron y miles de fanáticos empezaron a aplaudir y gritar.
Sin necesidad de más presentaciones, Tony Kakko (voz), Elias Viljanen (guitarra), Pasi Kauppinen (bajo), Henrik Klingenberg (teclado) y Tommy Portimo (batería) se acomodaron y abrieron la noche con The Wolves die young, tema que pertenece a su más reciente disco Pariah’s Child. El álbum que los trajo por primera vez a Bolivia.
"¡Buenas noches La Paz!”, gritó Kakko, quien durante el recital no dejó de hablarle al público. En inglés, contó las historias de las canciones y agradeció el apoyo a las presentaciones en vivo.
Mientras tanto, los fanáticos no dejaban de gritar su nombre y pedirle que cante varios de sus temas favoritos.
Después de tocar la canción de Pariah’s Child, la banda cumplió su promesa e hizo un recorrido por los temas más emblemáticos de su discografía.
La interpretación de canciones como Losing my insanity, Black Sheep y Paid in full demostraron por qué Sonata Arctica permanece vigente con 15 años de carrera.
Luego, presentaron las canciones del último disco. Además, conmemoraron los 15 años del álbum Ecliptica con temas como Letter To Dana y Unopened.
Antes de despedirse, Kakko tomó una bandera boliviana y volvió a agradecer al público. "Son hermosos. Nos dijeron que aquí hace frío, pero ustedes son muy cálidos”, dijo. A pedido del público, el grupo volvió y tocó Don’t say a word. Con ese tema, la banda prometió regresar a Bolivia.
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