“Sin música, la vida sería un error”, dijo Friedrich Nietzsche y lo corraboraron Guy Pratt y Jon Carin la noche del martes, cuando ofrecieron en Santa Cruz uno de los mejores y más esperados conciertos, Pink Floyd and Beyond.
Hard Rock Café dio cabida a más de 1.000 personas que se reunieron para escuchar a los músicos. Muchos, vestidos con poleras de la banda, llegaron temprano para ocupar su puesto correspondiente y pedir algún platillo o cóctel.
Daniel Pesce preparó el sentido auditivo con temas de Cerati, Calamaro y propios, antes de dar entrada a las estrellas de la noche, que fueron recibidas con aplausos. Los celulares no faltaron filmando el concierto y registrando los 12 temas que interpretó la banda inglesa.
Y poniendo la cereza al pastel terminaron con el emotivo Wish You were here, que ocasionó que los fanáticos, con el alma empapada del mejor rock, se pongan de pie para vitorear y aplaudir a Pratt y a Carin
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