Un par de veinteañeros se paraba de sus asientos para levantar sus puños con la furia de Run like hell, mientras que a unos metros, dos mujeres entradas en los 50 gritaban: ¡Run!, ¡run!, ¡run!. Era el final de una noche gloriosa.
Y es que el bajista Guy Pratt y el guitarrista Jon Carin dejaron una parte de la historia del rock en Santa Cruz con su espectáculo denominado Pink Floyd & Beyond in concert. Ambos músicos, históricos acompañantes de la banda de David Gilmour y Roger Waters, iniciaron una velada intensa en Hard Rock Café con Pigs. Un sonido nítido acompañó las ejecuciones magistrales del quinteto completado por Matías Dietrich (guitarra), Martín López (teclados y saxo) y Diego Olivera (batería).
“Estamos contentos de que aquí no tengamos que usar tanques de oxígeno”, bromeó Pratt después de saludar al aforo. Se escucharon Arnold layne y Floyd learning to fly, antes de que aparezca A little is enough, de Pete Townshend (The Who).
También despacharon Have a cigar, Dogs, Breathe, Time, Money y Scarecrow y Comfortably Numb. Y aparecieron Over you, de Roxy music y dos temas de Gilmour: I can't breathe y Love on the air. Fue una noche marcada a fuego.
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