Durante más de tres años y medio José Martín Cuevas Cobos, conocido en el mundo artístico como Pedro Fernández, dejó de cantar. Su disquera de aquel entonces se negó a grabarle rancheras. El intérprete de La de la mochila azul, la canción que lo lanzó a la fama, defendió su posición y luchó para mantenerse vigente con la música que lo identifica hasta hoy.
No se equivocó porque puso de moda la música ranchera juvenil y ya lleva más de 37 años de una exitosa carrera artística deleitando a su público con su música cuya característica es el mariachi, aunque tampoco deja de lado las baladas, el romance, la alegría ni la picardía en sus canciones.
Cuando los demás niños estaban preocupados por los juguetes, él estaba firmando autógrafos, dando conferencias de prensa, ensayando canciones, aprendiendo libretos o dando conciertos.
Antes de que llegue la fama y el éxito a la vida de Pedro, su familia pasó por muchas necesidades. Incluso los pocos bienes que tenían les fueron embargados. En ese momento, él se aferró y abrazó la guitarra de su padre, quizá fue algo como un presagio de lo que le deparaba el destino.
Pedro nació prácticamente cantando. Desde muy pequeño se notaba su inclinación por la música. Su padre, José Luis Cuevas, lo impulsó a seguir con su carrera presentándolo en los palenques, donde conoció a Vicente Fernández.
Su nombre artístico lo tomó de sus dos grandes ídolos, Pedro Infante y Vicente Fernández, y fue justamente ‘Chente’ el que le dio la oportunidad de convertirse en este gran artista, apadrinándolo y permitiéndole grabar, a sus siete años, su primer disco, La de la mochila azul, que tuvo un gran éxito y lo llevó a presentarse en los más selectos escenarios de su país y del mundo.
Estos 37 años de carrera artística han llevado al intérprete de Coqueta, El aventurero, Yo no fui, Amarte a la antigua, entre otros éxitos, a grabar 37 discos, a realizar 27 películas y acaba de empezar a rodar su séptima telenovela.
Momentos emotivos
El intérprete de No que no, que habla y canta tan bonito, también puede enmudecer de emoción, como le sucedió cuando tuvo el privilegio de cantarle al papa Juan Pablo II. “Quería decirle tantas cosas, pero me quedé impactado. Fue algo que no se puede describir”, rememora.
Pero no solo le cantó a Juan Pablo II, sino también al papa Benedicto XVI, a la reina Sofía y al presidente estadounidense George Bush. Espera cantarle pronto al nuevo pontífice.
Con Rebeca Garza, una exmodelo con la que se casó por lo civil cuando solo tenía 18 años, conforma una de las parejas más estables del mundo de la farándula. Tiene tres hijas, Osmara,
Karina y Gema Cuevas, que son su razón de vivir y a las que apoya en todos sus proyectos, que las han llevado a seguir los pasos de su padre.
Pedro es el mayor de cinco hermanos, José Luis, Laura, Eduardo, Juan y Gerardo, con quienes se rumorea que no tiene una buena relación, aunque él asegura que no se ven muy seguido porque los separa la distancia puesto que viven en ciudades diferentes y, además, dice que su prioridad ahora son su esposa y sus hijas.
Él se define como un hombre hogareño, que disfruta mucho de las cosas simples de la vida como quedarse en su casa a leer un libro, cocinar o mirar una película con su esposa y sus hijas.
“Vivo mi vida como cualquier otra persona, surgí de un hogar humilde en el que tuvimos muchas carencias, entonces no tengo que andar con presunciones ni cuentos. Trato de ser cada día mejor, de dar amor y tender la mano al que lo necesita. Soy un apasionado de mi trabajo”, resalta.
Al conversar con él se puede notar que es sencillo, carismático, alegre y con gran sentido del humor, al que no se le olvidan sus raíces. Su forma de hablar lo hace ver como un hombre que tiene un gran corazón y al que, al parecer, la fama y el éxito no se le han subido a la cabeza y mantiene los pies sobre la tierra.
En su carrera ha tenido muchas anécdotas, pero el peor papelón de su vida fue cuando en pleno show sintió que su pantalón de charro, que era muy ajustado, se abrió totalmente. “No fue nada agradable lo que pasé porque no tenía ropa interior”, cuenta entre risas el cantante, que nació el 28 de septiembre de 1969 en Guadalajara (México) y que este viernes dará un concierto en el estadio Tahuichi Aguilera, junto con Alicia Villarreal, Cruz Martínez y Los Súper Reyes, en el marco del primer Festival Ranchero.
Tu disquera no quería que grabaras rancheras, pero te impusiste…
Es importante siempre defender lo que uno cree y luchar por lo que quiere hacer. Hay personas que tratan de imponerte una u otra cosa, pero el hecho de que defiendas lo que quieres hacer siempre tendrá mejores resultados, conscientemente, por supuesto, porque también puedes volverte un poco necio y hacer todo lo contrario. Hay que tratar de hacer lo más correcto.
Casi truncan tu carrera...
De alguna manera sí, porque paré por espacio de casi cuatro años. No es fácil, la música requiere de mucha dedicación y de presentar algo nuevo y cuando pasa tanto tiempo sin hacerlo, se corre el riesgo de que la gente se olvide de uno y retomarlo resulta a veces más complicado.
¿Por qué tanto tiempo?
Ellos querían que yo grabara determinado perfil de música y yo no lo quería hacer; entramos en un asunto legal que terminó en un juicio y no tuve la posibilidad de hacer nada hasta que termine el juicio, musicalmente hablando.
¿Qué hiciste ese tiempo?
Estuve cantando, gracias a Dios mi carrera me daba la oportunidad de seguir cantando, y el éxito que tuve y marcaron mi carrera en años anteriores me permitió tener vigencia, pero conforme pasaba el tiempo eso se hacía menos porque no había una novedad que presentar y eso era lo más preocupante.
Hubo otro retiro…
Así es, pasé por dos situaciones muy parecidas, pero la segunda ocasión fue un poco menos difícil, porque fue menos tiempo y de alguna manera pude medir mejor las circunstancias, pero no dejan de ser complicado el que no te permitan hacer lo que tanto te gusta, te deja con una impotencia. Imagina que tú de un momento a otro te veas limitada a escribir, te frustra y también te impide producir y percibir, económicamente hablando.
Frase
“Mi familia es lo más importante en mi vida, es lo que me da fuerzas para trabajar”, afirma
De origen humilde
¿Qué edad tenías la primera vez que subiste a un escenario?
Solo tenía siete años. Empecé con el disco La de la mochila azul, que fue el que me abrió las puertas de muchos países del mundo y me permitió darme a conocer.
¿Cómo fue tu niñez?
Fue una etapa muy linda, no había mucho tiempo para jugar como todos los niños de mi edad, porque no era el desarrollo normal de un niño como cualquier otro, que solo tiene como compromiso ir a la escuela, hacer sus tareas y luego jugar. Yo podía hacer lo mismo, pero con espacios más cortos, porque debía dedicarme a lo que estaba haciendo en su momento, ya sea un disco, una película o un concierto.
¿Cómo fue lidiar con el medio artístico desde pequeño?
No fue tan difícil porque empecé muy niño y eso quizás hizo que me sienta familiarizado. Es más fácil adaptarse a un medio cuando empiezas pequeño. De tal manera que no ha sido complicado, sino como parte de mi vida.
¿Pasaste momentos difíciles?
Venir de un origen humilde con condiciones económicas muy extremas trae preocupaciones y angustias. Yo estaba muy pequeño cuando nos embargaron los pocos bienes que teníamos. Lo único que dejaron fue una guitarra a la que me abracé y no porque sabía que era mi futuro, sino porque sentía que de alguna manera era algo que no podían llevarse. Después ‘limpiaron’ la casa (risas).
Con tu talento lograste ayudar a tu familia...
Gracias a Dios empecé a hacer algo que me sigue emocionando y que me encanta, que es la música y la actuación. Eso me dio la oportunidad de sacar adelante a mi familia y darles algo mejor.
¿Siempre quisiste ser cantante?
A los seis años no tienes la conciencia absoluta como para pensar de qué cantar y actuar es lo que quería hacer por el resto de mi vida. Simplemente disfrutaba y me gustaba y gracias a Dios se convirtió en mi pasión.
¿Alguna vez pensaste hacer otra cosa?
Cambiar la profesión nunca, pero uno siempre tiene ganas de hacer algo distinto, como pasatiempo.
¿Si no fueras cantante y actor qué serías?
Me hubiese gustado ser un médico cardiólogo, torero o futbolista.
¿Es cierto que intentaste ser torero?
Sí, pero requiere mucho valor, no solo talento. Un torero se juega la vida cada vez que se pone frente a un toro y hay que ser valiente.
¿Tenés dotes de futbolista?
Sí, fíjate, siempre he sido muy buen aguador (utilero) (risas).
Hay historias tristes de actores que no terminan muy bien...
Toda la gente tiene la posibilidad de elegir y no solo los cantantes. Un arquitecto, un médico o un abogado puede tener una vida maravillosa o tormentosa, según su elección. El medio artístico tiene cosas muy buenas y otras no tan buenas, pero no es exclusivo del ámbito, es cuestión de decisión de cada ser humano.
¿Son más los divorcios?
Parecen más porque son públicos. Si se dieran a conocer los divorcios de los doctores, abogados o arquitectos, veríamos que es alto el índice.
Su familia
¿Por qué te casaste por la iglesia después de 22 años?
No fue por falta de ganas, sino por desidia. Siempre decíamos el año que viene lo hacemos y algo aparecía, si no era un concierto, era una novela o un disco y no podíamos concretarlo. Hasta que pusimos una fecha y lo tomamos como un compromiso, recién lo pudimos cumplir. Fue una bonita ceremonia y lo hicimos con la misma intención y con más amor que la primera vez.
¿Hay un secreto para lograr un matrimonio duradero?
Llevo 26 años felizmente casado con una mujer maravillosa. En parte puede ser mérito mío, pero el de mi esposa es aún mayor. No es fácil para alguien comprender un negocio en el que no está involucrado. Tampoco todo es color de rosas. Nuestra relación es buena en un alto porcentaje, pero como todas, tuvimos nuestros altibajos. El amor, la comprensión y la comunicación han sido fundamentales para seguir juntos.
¿Cómo es la relación con tus padres?
Todo cambia. Cuando perteneces a una familia esa es tu prioridad, y cuando formas la tuya propia, pasa a ser lo primero en tu vida. Eso, combinado con el trabajo, hizo que mi relación con mis padres y hermanos no sea tan estrecha como antes.
¿Cuál es la mejor lección que recibiste de ellos?
Recibí muchísimas enseñanzas, pero una de ellas es el amor y la pasión por lo que hago.
¿Y de tus hijas?
Me sorprende como entienden mi trabajo, lo respetan y me apoyan.
¿Perdiste algún momento importante de sus vidas?
He tratado de perderme lo menos posible, porque para mí es fundamental mi familia. Mi mujer y yo hicimos lo posible para estar cerca de ellas en todo, acompañando su desarrollo y resolviendo sus dudas, tratando siempre no solo de ser padres, sino sus guías para llevarlas por el mejor camino.
¿Cómo es lidiar con puro hijas mujeres?
Estoy en una desventaja absoluta, con cuatro mujeres en mi casa imaginate (risas).
Están siguiendo tus pasos...
Dos de ellas. Karina escribe música. De hecho he grabado algunos de los temas de su autoría. A ella le gusta mucho la música y tiene muchas intenciones de desarrollarse en este medio. Gema, que es la menor, ya debutó como actriz en la novela Cachito de cielo y ha demostrado aptitudes para ser una buena actriz y, además, quiere grabar un disco.
¿Qué te ha hecho llorar?
Muchas veces he llorado, pero la mayoría de las veces por mucha felicidad, como el nacimiento de mis hijas, me emociona mucho el hecho de estar juntos.
¿Cuándo no trabajás de qué disfrutás?
De mi familia. Tenemos tan poco tiempo de convivir con mis hijas y mi esposa, así que las aprovecho al máximo. Leemos, vemos alguna película, cocinamos juntos, salimos al cine, al teatro, a un restaurante o a algún lugar a compartir, que es de lo que se trata.
¿Cómo te cuidás? ¿Hacés deportes o dietas?
Hago poco ejercicio. Cuando tengo oportunidad juego con los amigos y voy a ‘cascarear’ un poco con el balón. Como no engordo, no hago dietas.
Su carrera
¿Qué te han dejado estos 37 años de carrera?
Estos años me han dejado innumerables éxitos, emociones y acontecimientos que forman parte de mi historia. Se dicen rápido 37 años, pero la verdad es que han sido muchos años de lucha, esfuerzo, dedicación, disciplina y de una gran responsabilidad. Es difícil en tan poco tiempo decir tantas cosas que he vivido, pero creo que lo más importante de todo es el cariño y los aplausos de mi público, al que no tengo cómo agradecerle.
_ Sos de los pocos artistas que le ha cantado a dos papas
Fue emotivo cantarle a Juan Pablo II y a Benedicto XVI. Son acontecimientos que marcaron mi vida con fuerza. Planee decirle muchas cosas a Juan Pablo II y cuando estuve con él no hablé, me quedé impactado. Ahora espero cantarle al papa Francisco, siendo latinoamericano seguramente tendré una comunicación más abierta, fluida y clara, porque así somos los latinos
¿Cuál considerás que ha sido tu mejor disco?
Es muy difícil decidirse por uno. Hay muchos exitosos, el mejor creo que es el próximo, el que viene, el cual estamos preparando y vamos a estar lanzando, si Dios lo permite, en agosto de este año. Es un disco digno del cariño de la gente que nos sigue por tantos años con una gran calidad, gran repertorio, excelentes letras y bien producido.
¿Y tu mejor canción?
Son varias las que forman parte importante de mi historia. La de la mochila azul, La niña de los hoyitos, El oreja rajada y La mugrosita, en la etapa de mi infancia fueron muy importante. Luego, en mi juventud, vinieron temas exitosos como Mi forma de sentir, El aventurero, Deseos y delirios, Fueron tres años, que es una canción que me encanta, Amarte a la antigua y canciones que he compuesto como Si te vas y Cachito de cielo con la que ganamos el Grammy el año pasado, están en mi lista.
¿Y tu mejor telenovela?
Creo que Hasta que el dinero nos separe, es una excelente novela y al público le encanta verla. Alcanzar una estrella II y Cachito de cielo también fueron muy exitosas.
Estás protagonizando un nuevo melodrama...
Efectivamente. Se llama Hasta el fin del mundo y estoy seguro de que les va a encantar. Tenemos un elenco grandioso con Marjorie de Sousa, María Rojo, Alejandro Tomasi, Julián Gil y César Évora, por citar algunos.
¿Qué significó Siempre en Domingo en tu carrera?
Muchísimo. Era la plataforma más importante a Latinoamérica en aquellos años. Don Raúl Velasco fue un gran visionario que proyectó un programa de televisión de México al mundo y nos dio la posibilidad de darnos a conocer.
Trabajaste con Lucero...
Fue una bonita experiencia trabajar junto a una gran actriz cuando recién comenzábamos. La gente tenía la fantasía de que el amor de la pantalla se convirtiera en un romance real.
¿Y se hizo realidad?
De alguna forma sí. Éramos muy jóvenes y por el trabajo estábamos mucho tiempo juntos. Fue una etapa muy hermosa de mi carrera.
¿Lo más difícil de tu carrera?
Es mantenerse vigente en el gusto del público, uno depende mucho de los logros inmediatos de cada proyecto y cuando logras un buen disco, novela o película o concierto es como sumar puntos a una carrera y, cuando no se logra, no es que restes, pero si te quedas con un dejo muy difícil, que no consigues lo que te propones, se complican un poco las cosas y hay que tomar en consideración que la música tiene su celo y competencia, y para mantenerte vigente, tienes que estar pensando en reinventarte un poco y hacer las cosas cada vez mejor.
¿Con qué te quedás, con la música o la actuación?
Ojalá que nunca tenga que tomar una decisión así porque me encanta hacer las dos cosas, pero, la verdad, es que la música es lo que más hago y con lo que me inicié. La actuación vino como consecuencia de mi éxito como cantante y creo que no lo hago tan mal, porque después de tantos años he hecho tantas películas y novelas, que algo bueno he de hacer de esa área.
¿Has ganado mucho dinero con esta carrera?
Menos de lo que la gente piensa. El público y los medios piensan en lo que ganan y no en lo que pagan los artistas; hay que pagar impuestos, que es mucho, a los músicos, la producción y el vestuario.
Sobre el vestuario, pasaste un papelón con un traje de charro...
Tuve algunos porque los trajes son muy ajustados. Lo peor fue en un concierto donde se me rompió el traje de charro casi completamente. Fue muy vergonzoso, porque estaba sin ropa interior. Ahora tomo mis precauciones.
¿Qué recuerdas de Bolivia?
Tengo muy buenos recuerdos, porque siempre me reciben con mucho cariño. Además, los conciertos con mayor convocatoria en cuanto a capacidad de gente en mi carrera, han sido en Bolivia. Por eso me llena de entusiasmo y de ansiedad, ya quiero estar con ustedes y subirme al escenario para compartir, interactuar con el público y presentarles un gran concierto con canciones desde las más antiguas hasta la más actual. Temas como Yo no fui, El aventurero, Amarte a la antigua, Mi forma de sentir e incluso La de la mochila azul, no pueden faltar en mi repetertorio
“Son 37 años de éxitos, pero también de lucha, esfuerzo, dedicación y disciplina... es difícil decir en poco tiempo, todo lo que he vivido”
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