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domingo, 7 de abril de 2013
Gharib canta en árabe, música de protesta desde Siria.
El cantante sirio que se identifica como Gharib (extraño), dedica su música a la patria que tuvo que dejar huyendo del régimen de Bashar al-Assad. Vive en Holanda, donde en un principio, hace 15 años, tuvo que dejar lo que había sido su vida: las canciones de protesta, revolucionarias. Pero los acontecimientos que enlutan a esa tierra árabe (marzo se ha registrado como el mes más sangriento desde que el pueblo se levantara en contra de un régimen que persiste en aferrarse al poder), le movieron a manifestarse aun con instrumentos tan caseros como ollas y sartenes. Artistas holandeses escucharon su trabajo y le apoyan. Un disco producido de esta manera es Anton Aein, algunos de cuyos temas pueden ser escuchados en http://gharib.bandcamp.com/
Músicos como Pim van de Werken (guitarra), Ruben Bekx (contrabajo) y Bart Reinders (batería) logran poner el marco a las canciones de Gharib, quien además de aportar con su voz ejecuta el ud, el laúd árabe en el que se basa el europeo.
El resultado es fascinante. Ala Dalona, Antom aein, Hawait y Haha ayudan a promocionar el disco.
Para quienes no entienden el árabe, seguramente se perderá el contenido de las letras de protesta. Pero la melodía, los recursos como al final de Ala Dalona, cuando algo frágil se rompe; el tono melancólico pero firme; la poesía de la música, conectada con lo que se va sabiendo de Siria a través de las noticias, hace del disco de ese “extraño” un himno humano en pos de la patria, de la libertad, de la justicia. Tales anhelos son los mismos allá, en Siria, en Holanda o en cualquier rincón del planeta. Mabel Franco
Sonidos recomendables
La Velocidad del Vacío/Dorian /Pop/2013
Llegó el cuarto álbum de Dorian y, ¡sorpresa!, del pop electrónico que les caracterizaba (sí, pasado) queda poco, pero algo hay (al fin y al cabo, es su esencia). Parece que el “culpable” de que la banda catalana haya dado este giro es el productor del álbum, Phill Vinall. Él ha deconstruido lo que los chicos componían, y éste es el resultado, La Velocidad del Vacío, grabado en los estudios Fatman de México DF. No es lo único americano del disco: hay muchas influencias de este continente, donde cada vez los Dorian son más escuchados. Tanto viaje por estas tierras ha hecho que Julio Cortázar, la propia México DF o Soda Stereo se hayan colado en las letras de las canciones. Incluso, una tiene el nombre de la banda argentina. Estos 10 nuevos temas sorprenderán, ya sea para bien o para mal, a los seguidores de Dorian. Gemma Candela
Who Were We?/Kylie Minogue /Soundtrack/2012
Estrenada en Cannes en 2012, la cinta Holy motors, del francés Leos Carax, dividió a los críticos y al público: mientras unos la consideraron una obra maestra, otros simplemente no la comprendieron. Como fuere, en el campo musical queda una joya que vale la pena escuchar. En 2010 el director de cine conversó con su amigo Neil Hannon para componer una canción denominada Who Were We?, que habla de lo que pasa después del primer encuentro entre un actor y una actriz. El personaje fue inicialmente ofrecido a la francesa Juliette Binoche, pero luego de que ella lo rechazara, fue la australiana Kylie Minogue quien encarnó el personaje y brindó su voz en una conmovedora interpretación, acompañada por la Berlin Music Ensemble, dirigida por Andrew Skeet. El resultado: una canción onírica de gran belleza. Miguel Vargas
The next day/David Bowie /Rock/Columbia Récords, 2013
Después de una década, Bowie sale de un retiro jamás anunciado para deleitarnos con The Next Day, un álbum que mantiene el nivel establecido por Reality (2003), pieza que avala una carrera signada por la constante búsqueda de nuevos límites para la música. Este álbum consigue recordarnos todas aquellas razones por las que seguimos la música de Bowie; pasajes de Ziggy Stardust se cuelan con evocaciones de la época berlinesa del ídolo, sin duda una exquisita manera de traer el legado al frente y comunicarlo a nuevas generaciones. Los tonos menguantes pero nunca tristes se hacen presentes en temas como Where Are We Now? y en varios otros momentos que nos demuestran la imposibilidad de narrar este trabajo como partes. Por el contrario, el trabajo nos invita a una experiencia global en la que Bowie continúa una carrera con mucho aún por decir. Sergio Candia
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