otye, Carly Rae Jepsen, One Direction o fun, son algunos de los numerosos y desconocidos nombres que en las últimas semanas han asaltado los primeros puestos en ventas de sencillos en Reino Unido y EEUU, desplazando del "top 10" a estrellas consolidadas como Madonna, Springsteen o Coldplay.
Suyos son los principales éxitos que sacuden hoy por hoy las listas más volátiles, las de canciones, las cuales, comparadas con cualquier otra clasificación publicada hace apenas dos años, arrojan una renovación casi integral, sobre todo en el ámbito del medio anglosajón.
La velocidad a la que se mueve actualmente el mercado más comercial hace que, por ejemplo, Justin Bieber, Lady Gaga y Katy Perry, con poco más de dos discos y cuatro años de carrera, parezcan figuras veteranas, a pesar de que antes de 2008 eran absolutos desconocidos.
Quizá su ejemplo y la difícil tesitura en que la crisis del sector ha colocado a las discográficas hayan animado a éstas a multiplicar los tiros en busca de nuevas dianas, repartiendo la inversión en un mayor número de nombres, lo que no quiere decir que hayan diversificado necesariamente la oferta por estilos.
Abunda de hecho la figura de artista dirigido a un público mayoritariamente adolescente.
Es el caso de la joven canadiense Carly Rae Jepsen, que recuerda a su compatriota Avril Lavigne y que con el tema "Call Me Maybe" lleva tres semanas aferrada al número uno de la lista británica, además de ser número siete en EEUU y de haber extendido su área de influencia a Australia, Irlanda, Nueva Zelanda, Canadá y Holanda.
También muy jóvenes son las "boy bands" británicas One Direction y The Wanted, cuyo éxito ha trascendido allende los mares.
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