El título del disco hace una clara referencia sarcástica al mundo de los metaleros paceños. Para estos “radicales”, el posero es todo aquel que escucha metal, pero que no ha hecho que esta música sea el centro organizador de toda su vida (incluyendo su forma de vestir, de caminar o de beber alcohol) y que no conoce los detalles enciclopédicos de las bandas a las que rinden un culto tan fanático como el de cualquier evangélico a Jesucristo; sustituyendo una divinidad institucionalizada por un guitarrista de dedos ágiles al cual endiosan.
El nuevo álbum de Los Tuberculosos es una reivindicación del Poserismo. Como provocación incluyen una canción en ritmo de trash “Taparaco malagüero”, en la que se hace mofa del estilo de vida del metalero boliviano y sus creencias alienadas: “Yo soy muy malo y metalero / me visto de negro, soy un wámpiro / [...] No me gusta el punk menos la cumbia / y todo te lo canto en inglés / I want to be nordic”.
Precisamente, la banda cierra su nuevo disco con el cóver en punk de la cumbia chicha Soledad de los cochabambinos Ronisch, grupo de los 90 que se ha convertido en un referente para los sectores de mentalidad más abierta de las tribus urbanas ligadas a este movimiento musical. Pues, en el punk también hay un sector de “radicales” que se pelean por ser el más punky de la ciudad y no se “contaminan” con la cumbia chicha.
El rescate de la música “tropical andina” que hace Los Tuberculosos responde también a una crítica de las bandas de rock del país, las que, según X, no han hecho otra cosa que copiar del extranjero y esforzarse por tener un sonido idéntico a algún grupo de fuera del país.
Así, este grupo se encuentra preparando la interpretación de “El soñador” de los orureños de Iberia y un tema de Maroyu.
Aunque la preocupación de los Tuberculosos no sólo va por la crítica musical, sino también por la política, como puede verse en las letras del tema “El cardenal Julio Terrazas” o “Submarino”. Esta última canción hace referencia al video en que militares bolivianos torturaban a un conscripto sumergiéndolo. Otro blanco de sus letras son las iglesias católica y evangélica. En su canción “Cristi Ano con llagas” se hace alusión a un feligrés católico que no hace lo que predica.
La ligazón de la política y la música en el trabajo de Los Tuberculosos ya la vio el teórico Luis Tapia, quien los utilizó como una de sus fuentes principales para un libro suyo sobre la ideología y las manifestaciones musicales de la juventud, el cual no pudo ser publicado hasta ahora porque el escritor no pudo encontrar financiación, según X.
Nunca de rodillas. El primer álbum de esta banda se tituló Nunca de rodillas, que incluía canciones emblemáticas compuestas a finales de los 90, aunque las que más trascendieron fueron las escritas durante las crisis de Febrero y Octubre Negro de 2003. En este disco ya comienza el uso constante de samples, que continúa siendo una característica en Poserismo. La canción de su primer trabajo “Hay que levantarse” —que hace referencia al impuestazo de febrero de 2003— comienza con la voz de Goni diciendo “Y sólo pido una sola cosa al Señor, Dios salve a Bolivia” a lo que la banda contesta con una ironía de un Goni ficticio que trata de explicar la medida económica a la gente diciendo: “Con el impuestazo tus deudas vamos a pagar”.
Tal vez la canción más solicitada por sus seguidores sea la más agresiva: “Kimsacharani”, que pone en escena la época violenta de Octubre Negro y fue compuesta esos días. “Es importante decir a todo el pueblo de Bolivia que yo no voy a renunciar”, dice en este tema un sample de Sánchez de Lozada que es contestado con un narrador en primera persona describiendo una balacera, gasificación y golpiza que los militares propinan como “Kimsacharani a la resistencia”.
La presentación del álbum en la ciudad de La Paz fue el viernes 9 de marzo, sin embargo, queda el estreno para El Alto, que se llevará a cabo el 23 de marzo, en la calle 8 de Villa Dolores en la Casa de las Culturas Wayna Tambo.
El disco Poserismo de los Tuberculosos puede ser adquirido en la Radio Wayna Tambo, en la dirección ya indicada, o llamando al teléfono 60643301.
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