Luego de la polémica generada por su presentación en Calama (Chile), la agrupación boliviana Los Kjarkas ratificó el concierto como un aporte para “disipar” los rencores existentes entre habitantes de ambos países.
La semana pasada, según un medio local, Rodrigo Alza, residente boliviano en Calama hace más de 40 años, dijo que la comunidad boliviana rechazaba la participación del grupo en los festejos por el “132 aniversario de la anexión de Calama a territorio chileno”. Gonzalo Hermosa, director de Los Kjarkas, cuestionó la credibilidad de Alza.
Confirmó el recital previsto para el 22 de marzo, argumentando que “estamos empeñados en que nuestros rencores, de más de un centenar de años, se puedan disipar”. La invitación para actuar en Calama, agregó, fue realizada de manera pública por el alcalde del lugar y “nosotros la aceptamos con gusto”.
Según Hermosa, en esa localidad el 30% de la población es boliviana y otro 30% son chilenos de padres bolivianos. “Hay que enfriar ese candente odio, tiene que ser el pueblo chileno el que nos apoye (en la reivindicación marítima)”, expresó.
El representante de la agrupación, Rilver Herbas, declaró al diario El Mercurio de Calama que “Los Kjarkas nunca han fallado a un compromiso” y que “la música no se politiza”.
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