Así, Gustavo Lozada espera la llegada al país de la diva colombiana Shakira. En ese afán, coordina con sus pares hasta el último detalle para ser parte mañana del concierto de su ídolo, evento al que califica como “un sueño hecho realidad”.
Patricia Camacho, amiga de Gustavo y miembro también del Club de Fans de Shakira en Santa Cruz, cree que el recital será “algo muy especial, una gran fiesta, uno de los mejores momentos de mi vida”. No se mide en elogios hacia ella. “Es la mejor cantante del mundo, alguien que continuamente nos sorprende”, afirma.
Para seguidores como Gustavo (21), la presentación que este lunes se realizará en el estadio Tahuichi Aguilera de la capital cruceña fue largamente anticipada. El fanático estuvo atento, día a día, a la evolución de las negociaciones que antecedieron la materialización del evento. “Esperé que anunciaran que las entradas ya estaban a la venta y compré la mía el primer día”, recuerda.
Quienes no adquirieron a tiempo un boleto en el sector deseado, aquel más próximo al escenario, continuaban hasta el viernes “moviendo cielo y tierra” para revertir la situación. El fracaso no es una opción . “Tenemos planeado ir en grupo para disfrutar mejor”, explica Camacho, quien batalla por conseguir un sitio.
Sergio Raúl Paredes, vicepresidente del club, es fanático hace años de la colombiana, a quien considera “una mujer llena de gracia”. El apoyo y cariño que le tiene supera los cambios de apariencia y de estilo musical de la artista. “Me costó que las canciones de She Wolf me gustaran”, confiesa.
Los tres llevan años escuchando a Shakira. Paredes se hizo fan tras el lanzamiento del álbum Servicio de lavandería. Paredes y Camacho lo hicieron con Pies descalzos. “Su música habla de sentimientos que todos tenemos”, dice Paredes. Todos se precian de tener todos sus discos, incluso Magia y Peligro, ya descatalogado. El trabajo de Shakira en favor de los niños afianza el cariño de sus fans. “Su trabajo por los pobres le hace digna de admiración”, señala Camacho.
Los miembros del club se reúnen cada semana para intercambiar material e información. Por problemas con los organizadores no programaron actividades especiales el día del concierto, pero por ninguna circunstancia faltarán al significativo evento.
La danza del vientre marcó los inicios de su exitosa carrera
Shakira Isabel Mebarak Ripoll tenía cuatro años de edad cuando los acordes del dumbek, tambor que acompaña tradicionalmente a la danza del vientre, le convencieron que la danza, el canto y el espectáculo eran parte integrante de su futuro.
Unas bailarinas árabes de un restaurante en su natal Barranquilla (Colombia) le enseñaron algunos pasos del baile, coreografía que ensayó incansablemente y que se convirtieron en el sello de sus presentaciones.
“Seguro que está en mis genes, en mi sangre”, afirmó la artista el 2003. No es una exageración, ya que la familia de su padre, William Mebarak, proviene de la ciudad de Zahle, en el Líbano, lugar que visitó ese año.
La cantante dedicó su primera composición, ‘Tus gafas oscuras’, a su progenitor. A los 10 años, se unió a un grupo que realizaba actuaciones para entretener a mineros. Todo esto le sirvió de entrenamiento para su verdadero debut, que ocurrió cuando Shakira cumplió 13 años.
Entonces lanzó Magia, su primer álbum. Ese trabajo y el segundo, Peligro, fueron un fracaso en ventas, lo que obligó a la joven aspirante a realizar una pausa en su carrera musical. Sin embargo, no se alejó del mundo del espectáculo y probó suerte como actriz en la telenovela El Oasis.
No dejó de componer y su perseverancia dio buen resultado. En 1995, lanzó Pies descalzos, éxito inmediato en varios países de América Latina. Desde ese momento, su fama creció, catapultándola a la cima.
Apoya su labor de ayuda a la infancia en dos organizaciones
Dos organizaciones de ayuda a niños, donaciones y gestiones con autoridades conforman una faceta filantrópica de la cantante Shakira, nombrada el 2003 Embajadora de Buena Voluntad de Unicef. Las tareas de acción social de la colombiana iniciaron a finales de la década de 1990, cunado creó la Fundación Pies Descalzos, dedicada a la construcción y equipamiento de escuelas en regiones de Colombia.
Shakira también es miembro de América Latina en Acción Solidaria (ALAS), organización integrada por artistas y líderes de la región bajo el objetivo de trabajar para lograr que los niños de 0 a 6 años accedan a planes de salud, educación y nutrición.
Según cuenta ella misma, la iniciativa surgió de una experiencia que vivió cuando era niña. Sus padres, que administraban una joyería, experimentaron un período de crisis que les obligó a cerrar el negocio y la familia perdió todo lo que tenía. Hasta tuvieron que “vender los aparatos de aire acondicionado”, relata.
En diferentes oportunidades, ella enfureció ante la pérdida de comodidades y otros signos de estatus social. Como respuesta, sus padres la llevaron a una zona habitada por niños sin hogar para que apreciara la suerte que tenía. “Aquellos niños no tenían comida e inhalaban pegamento para soportar el frío de la noche. Eso es lo que en ese mismo momento me hizo decidir que tendría éxito en la vida”, comentó la artista.
La fundación cuenta con cinco escuelas en Colombia, donde más de 4.000 niños, reciben educación, nutrición y apoyo psicológico. Recientemente, acordó con el club español de fútbol Barcelona la expansión del proyecto hacia Estados Unidos.
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