Un diezmado The Doors tocó anoche en el Teatro al Aire Libre durante casi 100 minutos. El único miembro original fue el tecladista Ray Manzarek. El guitarrista Robby Kriegger fue reemplazado por un desconocido (Arca Producciones no informó sobre el cambio).
Cerca de 5.000 personas disfrutaron de uno de los más cortos shows vistos en La Paz, que comenzó con Roadhouse Blues, Breack on trough y le siguieron Strange Days y When the music’s over, cuyos primeros arpegios sirvieron (además del trago y la yerba que circulaba) para que cientos de quienes estaban en el área de gradería salten la baranda metálica hacia el área VIP, sin que la escasa presencia policial pueda evitarlo. La entrada de 150 bolivianos se convirtió en una de 450 y el concierto llegó a su climax, mientras la pantalla led no paraba de lanzar imágenes psicodélicas. Siguieron con Love two times, Whisky bar, Five to one, Riders on the storm, Gloria, Touch me... e interrumpe un funcionario municipal para reconocer la presencia de la banda que anoche fue unipersonal.
Luego vino LA Woman, un amague de fin, para que el quinteto retorne para concluir con la legendaria Light my fire. A las 22:45 terminó el concierto con un coro en el que gritamos: “fraude, fraude”.
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