Julio Iglesias está en tierra cruceña. El cantante español llegó ayer al aeropuerto Viru Viru, a las 17:20, procedente de Brasil en su avión privado para cantar luego de 33 años en Bolivia. El artista, que permanecerá en Santa Cruz hasta el domingo, hará su única actuación el sábado en Sonilum.
Debido a que arribó dos horas antes de lo señalado, no se observó gran presencia de fanáticos en la terminal aérea. Los que no faltaron fueron los periodistas de diversos medios televisivos y escritos, que se se conformaron con saludarlo desde lejos.
La concejal Romy Paz estuvo en la pista del aeropuerto y subió hasta la escalinata del avión para darle la bienvenida al artista, que ayuda a niños discapacitados, razón por la cual, Paz, que lleva adelante el proyecto Luz y Esperanza , sugirió que el Concejo distinga a Iglesias como visitante ilustre de la ciudad.
Posteriormente, Iglesias subió a una vagoneta Audi, conducida por el productor del show Guillermo Justiniano y se dirigió al hotel Buganvillas, siendo escoltado por seis patrulleros en motocicleta y perseguido por periodistas que provocaron sofocones en varios tramos del trayecto en su afán por conseguir un saludo de la estrella, incluyendo el momento en que un equipo de un canal obligó a detenerse al vehículo en la carretera, pues se le atravesó en su camino.
Al llegar al hotel, el acoso no fue menor; sin embargo, el cantante no paró de sonreír en todo momento. Allí lo aguardaban algunas fans, como Gladys, que estuvo presente junto a su hija y nieta y, con póster en mano, afirmó que ya tiene su entrada para el sector platinum (Bs 2.000).
Debido a que arribó dos horas antes de lo señalado, no se observó gran presencia de fanáticos en la terminal aérea. Los que no faltaron fueron los periodistas de diversos medios televisivos y escritos, que se se conformaron con saludarlo desde lejos.
La concejal Romy Paz estuvo en la pista del aeropuerto y subió hasta la escalinata del avión para darle la bienvenida al artista, que ayuda a niños discapacitados, razón por la cual, Paz, que lleva adelante el proyecto Luz y Esperanza , sugirió que el Concejo distinga a Iglesias como visitante ilustre de la ciudad.
Posteriormente, Iglesias subió a una vagoneta Audi, conducida por el productor del show Guillermo Justiniano y se dirigió al hotel Buganvillas, siendo escoltado por seis patrulleros en motocicleta y perseguido por periodistas que provocaron sofocones en varios tramos del trayecto en su afán por conseguir un saludo de la estrella, incluyendo el momento en que un equipo de un canal obligó a detenerse al vehículo en la carretera, pues se le atravesó en su camino.
Al llegar al hotel, el acoso no fue menor; sin embargo, el cantante no paró de sonreír en todo momento. Allí lo aguardaban algunas fans, como Gladys, que estuvo presente junto a su hija y nieta y, con póster en mano, afirmó que ya tiene su entrada para el sector platinum (Bs 2.000).
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