domingo, 1 de julio de 2012

Un director de 14 años sorprende al mundo musical

Una composición a cuatro voces a los dos años y un concierto de ensamble de metales que lo hizo llorar de emoción a los ocho, marcaron a José Ángel Salazar, que hoy, con apenas 14, es el venezolano más joven en dirigir una orquesta en su país y, posiblemente, en el mundo.
Salazar, un adolescente que deleita con complejas sinfonías del austríaco Franz Schubert y oberturas de Antonio Vivaldi, es hijo de El Sistema, un programa que desde mediados de la década de 1970 arrancó de la pobreza y delincuencia a miles de niños y jóvenes venezolanos a través de la música.
"Que un muchacho de 14 años esté dirigiendo una orquesta y yendo a clases, es un milagro que solo ocurre en Venezuela", dijo Salazar, orgulloso de sí mismo, en La Asunción, en la isla de Margarita, de donde es oriundo.
Salazar, el segundo de tres hermanos de un matrimonio de maestros de escuela, es uno de los mayores éxitos de El Sistema, así como lo son el director de la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles, Gustavo Dudamel, y Edicson Ruiz, que a los 17 se convirtió en el músico más joven en unirse a la Filarmónica de Berlín.
El Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles es un programa de educación musical creado por el aclamado venezolano José Antonio Abreu que, con una red de 180 orquestas de unos 350.000 jóvenes y niños, se ha convertido en un trampolín de músicos venezolanos al mundo. "Yo quería tocar trompeta y cuando fui al núcleo de El Sistema en Nueva Esparta había un concierto del Ensamble de Metales de Venezuela con un trompetista de la Filarmónica de Berlín. Recuerdo haber llorado tres veces de la impresión que me causó la música que interpretaron", dijo Salazar en el descanso de un ensayo.
Luego de aquel suceso que marcaría su vida, el entonces niño de ojos claros, manos grandes y cabello ensortijado, dejó las lecciones de karate y se dedicó a su verdadera pasión: la música.
Pasó por la flauta dulce -instrumento con el cual todos se inician hasta llegar al violín y convertirse en concertino gracias a su extraordinaria técnica. Salazar, que además domina la guitarra y el cuatro -instrumento venezolano-, recuerda que su primera vez como director le llegó de pura casualidad.
"Estaba tocando (el violín) y había una reunión de profesores y el maestro tuvo que salir y, como no había nadie que se quedara a cargo, yo me hice cargo de la orquesta: solté el violín y empecé a dirigir", contó con una pequeña sonrisa como quien recuerda una travesura.
Y así Salazar pasó a dirigir a muchachos que incluso le doblan la edad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario