viernes, 21 de abril de 2017

Matamba y la fusión reggae rock



Juan Carlos Chiorino Basurco, conocido como Matamba, se define como un amante del reggae y también del género de rock denominado hardcore - metal, lo que crea una mezcla muy particular.

El artista llegó en los últimos días a Tarija para presentarse en el escenario de la Fexpo 2017, donde hizo a todos bailar y vibrar con su música.
Matamba nació en la Argentina pero creció en Bolivia. Formó varias bandas y llegó a ser telonero de A.N.I.M.A.L, un hecho que lo marcaría para siempre. Comenzó en el año 2003 y a lo largo de su carrera como cantante se ha convertido en un icono de la música en Bolivia por introducir, junto a su banda Zion, el reggae roots en su país logrando diversos premios y reconocimientos.
Las letras de sus canciones según comenta “son inspiradas por el Todopoderoso” y a partir de su fe aborda temas sociales y habla del amor. “Todo lo que escribo lo hago de corazón y lleva un mensaje espiritual porque es importante para mí. Yo escribo, canto, grabo y hago todo. En el primer disco grabé todos los instrumentos, escribí todas las letras de las canciones y hago esto por un tema de practicidad, para hacerlo rápido, pero sin olvidar sentir todo lo que voy a cantar. Por eso es que toco todos los instrumentos que se pueda, ya que al vivo me presento con toda mi banda, que está compuesta por siete grandes músicos”, comenta.
El género que hace lo bautizó como “Dreadcore”: “es el sonido de mi reggae, como el rugir del león. Tomo en cuenta aquella formula que utilizaba Bob Marley (roots,rock,reggae) solo que mi rock va más allá de algún punteo distorsionado en medio de un sonido puramente roots. En mi estilo elegí riffs tomando en cuenta además mis influencias hardcore metaleras que también marcaron mi vida”, detalla.
Un recital de Matamba tiene danza, salto y pogo, por eso su presentación en la ciudad de Tarija contó con amantes del reggae y el hardcore, dos públicos que solamente este artista logró unir y que pudieron encontrar en su música unas transiciones que iban desde el reggae a sonidos más estridentes. Pese a los saltos y el pogo, el músico comenta que sus composiciones son muy espirituales, que stán cargadas de amor, respeto, tolerancia, denuncia social puesto desde su visión del mundo.

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