Vero Pérez, nacer de la nada

Vero Pérez, la vocalista de Efecto Mandarina, la banda de jazz paceña, conversa con Puño y Letra del último disco que trajeron bajo el brazo de los estudios de New York, de la evolución de la banda y, además, del concierto que darán junto a Julieta Venegas y de los helados “más delis del mundo” que, por supuesto, están en Sucre. Con ustedes la Vero Pérez.

PyL: Acaban de volver de Nueva York, se encerraron en un estudio de grabación y se trajeron bajo el brazo el quinto disco de su carrera, Frenesí, que presentarán con un concierto, el 24 de junio en el teatro Municipal. Esto va a acompañado de una gira nacional en la que también se encuentra Sucre. Cómo fue la experiencia newyorkina, en qué benefició al sonido de Frenesí, cuáles fueron los aprendizajes, los puntos altos y también, por supuesto, los puntos bajos.
V.P: Bueno ir a grabar a NY ha sido para nosotros una apuesta muy grande, que implicaba no sólo la decisión sino la inversión de ir hasta allá, conseguir el dinero, los pasajes, la estadía, conseguir el ingeniero, conseguir el productor musical, porque estando con la idea de hacer un trabajo profesional necesitábamos un productor que encamine un poco la música también. No se trataba solamente de ir a usar buenos equipos, sino también de tener un buen equipo humano, entonces ha sido realmente una apuesta grande. Dijimos ya tenemos cuatro discos acá, grabamos la mayoría en vivo, y nunca habíamos tenido la experiencia real de grabar todo en un estudio, nunca tuvimos la posibilidad de hacer muchos intentos, por eso tampoco quería escuchar mucho los discos que hemos grabado, siempre sufría por algún error o sentía que le faltaban voces etc., entonces esta vez decidimos hacer un disco profesional en estudio, con todo lo que siempre quisimos hacer, por suerte logramos hablar con Pablo Arraya que fue el ingeniero de sonido, él ha trabajado en NY desde hace un montón, era ingeniero en Sony desde el 2000 y trabajó con muchos artistas que personalmente admiro bastante (Jamiroquai, The Mars Volta, Joe Pass, Beyonce). Por otro lado, gracias a la marca de bajos MTD, de la que Bladi es endorser, pudimos comunicarnos con Andrew Gouché que fue el productor musical, es un hombre con demasiada experiencia, tocaba con Prince hasta hace dos años atrás, sesionista de Michael Jackson y Madonna, entre otros, o sea una experiencia increíble y pues juntos nos ayudaron a afinar los temas, darles más groove, a sacarle el jugo de mandarina, básicamente.

Trabajar con gente de tanta experiencia fue un gran aprendizaje. Tienes que tener la capacidad de aceptar sus consejos, ya sabes lo que dicen: el diablo sabe más por viejo que por diablo, y nosotros realmente necesitábamos alguien que nos dijera objetivamente esto va, esto no tanto, mejor así, mejor asá, gente en quien podamos confiar de manera profesional y con quien pudiéramos dejarnos llevar. Aquí no existe mucho esa figura. Aprendimos a tomar decisiones, muchas veces a ceder caprichos y hacer algo por el bien de la canción. Ya sabes, como músicos de jazz, queremos llenar el espacio de solos, y aprendimos que no es así, es mejor ceder un silencio, dejarlo fluir, respetar los espacios y que lo que cante sea la canción. Que ella hable sola, no el músico, no el instrumento, si no la canción en si. Los puntos bajos creo que fueron el estrés de poder lograr las expectativas de todos. Cada quien tenia su peso encima, y peor con dos monstruos de ingeniero y productor, en algún punto dudas mucho como músico, si lo que estás haciendo está bien o mal, pero es un proceso que se va dando y lo asimilas y cuando entiendes tu propio proceso no hay nada más reconfortante que superar una duda, un conflicto o una frustración.

2.-Cómo ha evolucionado desde el primer disco la banda, los cuatro músicos (Vero Pérez, voz; Eddy Chuquimia, batería; Diego Ballón, teclados, y Bladi Morales, bajo) han dicho que este disco trae “un sonido diferente, un poco sucio, más urbano, menos tranquilo que lo habitual en nosotros”. ¿Es así? Cómo se siente con el producto final.
V.P: 2.- Somos una banda que ha ido evolucionando desde el primer disco en el que tocábamos una versión de Summertime, hasta hacer dos discos de solo composiciones, es un trabajo muy lindo y muy interesante poder creer en lo que uno hace y tener las agallas de sacarlo al mundo, y este es nuestro sonido, un sonido arriesgado, como banda hemos mutado mucho y estas son las canciones que nos han nacido ahora. Tenemos más rock en el disco, más pop, hay hasta un huayño, siempre dejándonos llevar por el momento, pero esta vez con un panorama diferente, un concepto diferente, que era básicamente dejarnos fluir a lo que venga, no preocuparnos en si va a gustar a la gente o no, por eso se llama “Frenesí”, ha sido un disco lleno de emociones, personales, musicales, hay mucha evolución en este disco.

3.- Qué lugar quiere ocupar “Efecto Mandarina” en la historia de la música boliviana. Cómo ves a la banda de aquí a algunos años. Cómo te ves a ti misma como cantante de aquí a algunos años. Te lo digo porque sé que has colaborado con varios proyectos experimentales de músicos nuevos en Bolivia. Cómo te sientes cuando participas de ellos.

V.P: Como Efecto Mandarina hemos tratado de nunca quedarnos quietos, de hecho vamos sacando un disco por año. Nos urge producir, lo que sea, videos, discos, fotos, siempre queremos hacer, y eso es bueno porque si paramos en algún momento todo lo que se construye se cae, así que este disco tiene la idea de irse de viaje, se hizo en un viaje y queremos que nos haga viajar. Queremos sacarlo del país, que corra y lleve la música a otros lugares y nos lleve con ella. Planeamos hacer giras por Latinoamérica y por donde se pueda. Queremos que Efecto Mandarina quede en la historia de la música en Bolivia como una banda que decidió nacer de la nada, crecer, y generar empatía en la gente, abrir el jazz al mundo, desestructurarlo, volverlo lo que somos los cuatro, personas completamente diferentes con un fin único que es la música. Así que veo a la banda viajando mucho y compartiendo la música en otros países.
Personalmente no pienso mucho en qué depara el futuro, es algo muy relativo, pero si de algo estoy segura es de que quiero seguir haciendo música, vivir de esto, conocer lugares y músicos de todas partes, lo más lindo que tiene la música, y es por eso que la hago, es porque generas empatía con gente que no conoces realmente, al universalizar tus sentimientos estás dándote al mundo, dando tu alma y tu vida y eso es lo más lindo que puedes entregarle a la humanidad, un poco de tu alma, que valga la pena vivir. Así me veo siempre, generando empatía.
Cuando participo con grupos más experimentales y con varios amigos siento que es uno de los momentos más puros de aprendizaje, porque estás tratando de reinterpretar los sentimientos de alguien más, y esa es una tarea casi imposible pero que con la debida apertura musical y emocional se logra, ese momento de conexión es único, y es ahí cuando salen cosas hermosas en colaboración. A veces estás mucho más conectado con el proyecto, a veces no, pero si se genera una empatía yo siento que ya estoy cumpliendo mi labor.

4.-Julieta Venegas, la cantautora mexicana, acaba de elegir entre varias opciones presentadas a Efecto Mandarina y Sena Quina. Cómo se sienten al respecto. En tu caso, qué es lo que te ha dado la música de la Venegas. Cuál es tu criterio de su producción. ¿Ha sido una influencia Qué esperas de este concierto.
V.P: 4. Sobre el concierto de Julieta pues va a ser un honor abrir el show para ella, esperamos poder conocerla y compartir un poco más, estamos súper emocionados, a mi me encantaba su disco “Aquí” creo que siempre va a ser el que más me gusta, era todo lo que me hubiera gustado ser en aquella época, así que bueno tengo esa nostalgia. Sus últimos trabajos siempre han sido de una calidad impecable, ella es siempre muy honesta y creo que eso es muy lindo en un artista. Del concierto pues esperamos que el publico que va a verla pueda escucharnos con el corazón y vean que la música que hacemos tiene mucha honestidad también y que las canciones son para todos, las canciones nos unen y ojalá eso se sienta.

5.- Por último, qué te trae a la mente Sucre. Qué te sugiere esta nuestra ciudad, ahora que vendrán a presentar su disco.
5. V.P: Sucre para mi es una ciudad magnética, tiene una energía nostálgica que amo, porque dentro de todo creo que también soy una persona romántica al escribir y Sucre tiene eso, un romanticismo casi novelesco, tiene gente muy linda, muy loca, muy intensa. Además de eso tiene los helados mas delis del mundo y como ciudad es estéticamente hermosa.
EFECTO MANDARINA EN BREVE
Efecto Mandarina nace el 2008 con el afán de fusionar música electrónica con jazz, de ahí que la banda siempre ha buscado la fusión de géneros partiendo del jazz. Los integrantes son Bladimir Morales en el bajo, Diego Ballón en el piano, Eddy Chuquimia en la batería y Vero Pérez en la voz. Han participado en el Festijazz desde el año 2010 y tienen cinco discos hasta el momento. La música parte del jazz pero fusiona géneros como el rock el pop el r&b el funk, entre otros. Han tenido la oportunidad de tocar por todo el país y el año 2015 dieron conciertos en Argentina y México. El último material fue grabado en la ciudad de Nueva York y se ha buscado renovar el sonido de la banda. Planean dar una gira por todo el país y llevar este nuevo disco al exterior.

Su discografía
Efecto mandarina en Vivo en el Teatro El Desnivel
Efecto mandarina en Vivo Festijazz 2011
Al final
Ningún Vals
Frenesí


CARRUSEL (UNA CANCIÓN DE EFECTO MANDARINA)

Si eres el tiempo yo soy un segundo,
si eres un ojo yo entonces la voz,
si eres el agua yo soy un camino
y esta será nuestra vida en espiral

Cada momento que cruzo tu puerta,
cada escalón que me lleva hacia vos,
cada deseo envolviendo las cuerdas
y en las uvas yo encuentro tu sabor.

Yo soñé estar aquí caminando junto a ti,
yo soñé estar aquí mirándote sonreír
Déjame hablarle al color de tus ojos,
déjame ser lo que esperas de mi,

y sin aun fallo en este camino,
al menos ya te me volviste canción
Yo soñé estar aquí abrazándome a ti,
yo soñé estar aquí el carrusel no tiene fin.
V. Pérez