sábado, 22 de noviembre de 2014

Cinco horas del mejor rock ante poco público



El megafestival Leyendas del Rock comenzó a las 19.30 y culminó a las 00.30, cinco horas después, pero se realizó ante poco público, unas 1.000 personas en graderías. Aunque afuera del escenario, el Teatro al Aire Libre, estaba la misma cantidad.

Angra de Brasil abrió el espectáculo y cerró con Zakk Wylde de Black Label Society y Ozzy Osborne. Los jóvenes que asistieron al espectáculo saltaron con euforia y desbordaron a la Policía, para pasar de las gradas de atrás a los asientos de adelante.

Afuera del escenario también se oían los cantos y gritos de los fanáticos que no ingresaron, pero quisieron oír a sus ídolos. Los precios de las entradas oscilaban entre 200 y 1.000 bolivianos.

El evento fue organizado por Ramiro Corrales Montiel, de La Biblia del Metal Producciones, quien dijo que se trataba de un esfuerzo gigantesco para los amantes del metal. Los músicos como de Metalmorfosis se quejaron del poco tiempo que les dio la organización para interpretar sus melodías. Los artistas tocaban dos temas y daban paso a la siguiente banda, en una romería de rock.

Cuando Barón Rojo hacía sonar Los rockeros van al infierno, los jóvenes estallaron de euforia y en un arranque de emoción treparon las bardas para descender de las graderías a los asientos más cercanos al escenario. Tuvo que intervenir la entidad del orden para frenar la avalancha, en medio de la música: Los Hijos de Caín.

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