El maestro del sitar Ravi Shankar dejó tras su muerte un legado musical que traspasó fronteras y cautivó a grupos como Los Beatles o los Rolling Stones. Por ello recibirá un Grammy honorífico, según anunció ayer la Academia de la Grabación en Estados Unidos.
Shankar, padre de la cantante Norah Jones, falleció el martes a los 92 años en el condado de San Diego, en el sur de California, apenas cuatro días después de someterse a una cirugía para reemplazar una válvula cardiaca.
“Sentiremos mucho la falta de mi padre. Espero que mi público brasileño entienda y acepte mis disculpas”, declaró su hija, Norah Jones, después de cancelar su concierto en Brasil.
La pérdida de Shankar ha sido calificada por las autoridades indias como “el final de una era de la música clásica” en el país y el adiós de quien ha sido uno de sus “más efectivos embajadores culturales”, en palabras del primer ministro Manmohan Singh.
Shankar nació en Benarés el 7 de abril de 1920 y a los cinco años se inició en el sitar, instrumento que le permitió con los años darse a conocer fuera de su país. Fue quien enseñó a George Harrison (Los Beatles), en 1966, a tocar el sitar para el disco Sgt. Peppers.
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