El género en ellos cobra fuerza, porque además de manifestar en sus discos y espectáculos lo que piensan y lo que son, lo predican con el ejemplo. Para muestra, antes de llegar a Santa Cruz suspendieron un recital en Argentina porque las entradas las consideraron excesivamente caras, promovieron una presentación benéfica en El Salvador con alimentos como entrada, recién se manifestaron en contra de la trata de personas y un largo etc. de intervenciones sociales que los aleja de la burbuja de la fama, su glamour y superficialidad.
Esta vez, Calle 13 trae en formato de concierto Entren los que quieran, el disco que lo sitúa en la cúspide de su carrera. Los nueve Grammy Latino recibidos hace apenas dos semanas son la evidencia de su popularidad en Latinoamérica y de que la canción con contenido reflexivo, denunciante y cuestionador urge en un mundo cada vez más indignado por situaciones diversas, muchas de ellas contenidas en las letras de Residente y Visitante.
Toda esa carga de compromiso, y los motivos por los que se adjudicaron los Grammy Latino a mejor álbum de música urbana por Entren los que quieran, y mejor canción y grabación del año por Latinoamérica, entre otras categorías se probará esta noche, a las 20:00, en Sonilum.
Los divos que no son divos
- Sencillez y seguridad. Calle 13 no pide excentricidades, a pesar de su fama y premios. Se transportará en un 4x4, cómodo y versátil, fue la recomendación. No traerán guardaespaldas, pero su hotel tendrá custodia rigurosa. En Sonilum habrá ambulancias, bomberos y 100 efectivos que resguardarán al público.
- Sonidos. Lo único que pide Calle 13 con el rango de ‘óptimo’ es la calidad del sonido.
- Equipo. Según La Oreja, los 20 músicos y técnicos acompañantes de Residente y Visitante -11 en escena- llegaron en 12 vuelos de diversos orígenes, Canadá, Panamá, Perú y Estados Unidos.
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