El mayor de los cuatro fabulosos de Liverpool, Ringo Starr, y sus siete acompañantes legendarios, la All Starr Band, demostraron el viernes en Santiago que el magnetismo de Los Beatles no pierde potencia y que la fuerza del rocanrol aún contagia al público.
Con clásicos que encumbraron a Los Beatles a la cima del olimpo musical, pero también con éxitos de la carrera de Ringo en solitario e himnos del rock de más de tres décadas, Starr y sus amigos deleitaron a las cerca de 10.000 personas reunidas en el Movistar Arena de Santiago.
“No les voy a decir cuál es la siguiente canción, porque creo que todos en Santiago la conocen”, apuntó Starr, antes de cantar Yellow Submarine.
Dos auténticos ‘himnos’, With a Little Help from My Friends y Give Peace a Chance, del genio de John Lennon, cerraron más de 90 minutos de auténtico frenesí.
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