El I Festival Nacional Bolivia con su Charango está dedicado a Juan Achá, reconocido como el mejor constructor de charangos. En su nombre, durante dos días, 16 y 17 de junio, 18 charanguistas de La Paz, El Alto, Oruro, Potosí y Cochabamba amenizarán el festival en el Teatro Municipal Alberto Saavedra.
Con este primer evento, auspiciado por el Gobierno Municipal y la Sociedad Nacional del Charango filial La Paz, se pretende fomentar el estudio, conocimiento, aplicación y dignificación de este instrumento.
Lo interesante de esta sociedad es que no sólo reúne a los intérpretes, sino también a los constructores, normalmente desconocidos por el gran público.
En el acto inaugural, el oficial mayor de Culturas, Wálter Gómez, destacó la personalidad del homenajeado constructor y la calidad de su trabajo: “Ahora podemos decir con toda propiedad que tal vez los mejores charangos que se tocan en el mundo los construye el maestro Juan Achá”.
Anunció a los medios de comunicación que el Gobierno Municipal asume el compromiso de darle sostenibilidad al festival.
“Nosotros queremos, como municipio de La Paz, ser plataforma de este encuentro; esta primera versión es un primer paso que damos conjuntamente con la Sociedad Boliviana de Charango, el compromiso es permanente y vamos a trabajar en forma sostenida, esperamos que el próximo año pueda tener una presencia internacional”, concluyó Gómez.
El maestro Luthier Achá
Juan Achá decidió en 1970 construir un charango para él, por la falta de buenos instrumentos y su elevado precio, y recordó que “jamás” pensó que esa iniciativa le llegara a gustar, a tal extremo de que le aparte de todas las actividades que tenía planeadas. “Lo tomé en serio y este oficio me ha entrado como un virus incurable”, confesó el maestro.
A partir de ese año y con su trabajo se producen grandes transformaciones en el instrumento, en la exactitud, la sonoridad, la utilización de materiales buenos de Bolivia, la preparación de la caja de resonancia, la tapa armónica, la escala. Todos esos factores se han modificado con relación a los anteriores constructores.
Los mejores charangos, en opinión de Achá, se construyen de maderas exóticas de las que Bolivia tiene en abundancia, y rechazó el uso del caparazón de quirquincho, no sólo por tratarse de un asunto de biodiversidad, sino porque no produce un buen sonido de concierto.
Un charango se puede construir en dos o tres días, pero uno de concierto, en que se toma en cuenta la madera, los barnices, la acústica, la distribución de la escala, toma mucho tiempo. El charango electrónico no afecta, al contrario, revaloriza el trabajo del instrumento de concierto, concluyó.
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