Un diablo irrumpió ayer en el escenario del Festival de Viña del Mar previa a la presentación del grupo chileno Los Jaivas. De fondo, una zampoña acompañaba los movimientos de ese personaje propio de la Diablada boliviana, pero cuya capa y vestimenta fueron estilizadas.
La aparición de ese personaje de la danza la Diablada, cuyas raíces son bolivianas, se da en medio de una polémica desatada por el grupo Calle 13, agrupación que presentó a un diablo como parte de la cultura chilena.
Entretanto, la boliviana, Rocío del Carmen Moreira, participó ayer de la final, cuyos resultados se conocerán hoy, en la última jornada del Festival de Viña.
Anoche, el cantante británico Sting cautivó al público con su propuesta sinfónica.
Ya todo se mostró en Viña
En el Festival de Viña del Mar ya no queda nada por mostrar: si la reina del certamen, la modelo argentina Andrea Dellacasa se lanzó ayer a la piscina prácticamente desnuda, la soberana de la prensa, una playboy de ese mismo país, promete no quedarse atrás. El concurso para elegir a la Reina del Festival, organizado por un popular periódico local, comenzó desde hace apenas cinco años a potenciar a mujeres que dejaban al aire casi todos sus encantos. El tradicional ‘piscinazo’ fue concebido para satisfacer los instintos masculinos. (EFE)
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