Basta con citar las actuaciones de Roberto Carlos y Sting para afirmar que la 52 versión del Festival de Viña del Mar tuvo un nivel a la altura del ‘monstruo de la Quinta Vergara’, como se conoce al público del evento. Sin embargo, este año el nivel sobrepasó los límites de citas anteriores con presentaciones como las de Calle 13 y Alejandro Sanz.
La melancólica voz de Roberto Carlos despertó a la bestia el lunes 21, el brasileño llegó a Chile provisto de casi 50 años de trayectoria para enfrentar a un ‘animal dócil’, pues las casi 15.000 almas que daban vida al ser multitudinario se rindieron fácilmente con temas como Detalles, Qué será de ti, El hombre que sabe querer, Mujer pequeña y Cóncavo y convexo. Luego, la mexicana Yuri hizo un recorrido por sus 30 años de carrera.
El martes 22, el coloso esperó nuevamente a Américo, después que el año pasado se consagrara sobre el mismo escenario con ritmos tropicales. El chileno sedujo a un anfiteatro colmado de jóvenes. Sin embargo, su impecable actuación terminó con polémica cuando, en la rueda de prensa posterior al concierto, el artista acusó al presentador Rafael Araneda de sacarlo del escenario antes de poder culminar su interpretación y así repetir la obtención de dos Gaviotas de Plata.
Después, los estadounidenses de origen dominicano Aventura salieron tras el monstruo que rugía al escuchar canciones como El desprecio, Peligro, Su veneno, Mi corazoncito, La boda y Obsesión. El cuarteto consiguió la Gaviota de oro, un galardón que se otorga solo en ocasiones muy especiales. La noche siguiente, los ritmos urbanos de los puertorriqueños de Calle 13 pusieron a brincar a la bestia, con una actuación furiosa cargada de mensajes políticos y sociales de René Pérez (Residente), la voz del grupo. Sus letras afiladas y esa extraña mezcla de ritmos del mundo hicieron entonar al gigante que coreó Vamos a portarnos mal, ¡Atrevete-Te-Te!, Cumbia de los aburridos, Calma pueblo y Fiesta de locos. Algo que llamó la atención fue la fusión que los músicos rebeldes hicieron con el ritmo de diablada y que presentaron como una danza chilena. La Gobernación de Oruro anunció que, a través del Ministerio de Culturas y la Cancillería, solicitará que el hecho sea sancionado.
El viernes fue Sting, el cantante británico, ex líder de la legendaria banda The Police, el que enfrentó al corpulento animal con canciones que compuso en algo más de 40 años de carrera. El veterano ejecutó un show descomunal e impactó al público por su complejidad sonora.
Finalmente, el español Alejandro Sanz apaciguó al público con letras románticas, con la energía y la mística necesaria para satisfacer completamente a la bestia, que lo hará hasta un nuevo festín.
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