Marco Ortiz, el productor del concierto de Ricardo Montaner, lo confirmó: el cantante; su esposa, Marlene Rodríguez; y sus hijos ‘Ricky’ (18), Mauricio (17) y Eva Luna (12), llegan a Santa Cruz el jueves, a preparar todo para el recital del viernes, en el estadio Tahuichi.
La familia viene de Argentina, donde el cantautor decidió iniciar, el pasado sábado 8, su tour por Latinoamérica. En su país natal, el adalid del romanticismo tuvo una emblemática celebración de los 20 años de amor al lado de su mujer. Lo compartió con la revista Caras: “Creo que el amor a primera vista existe. Cuando una persona ve a alguien que la impacta, y esa experiencia deriva en una relación a futuro, es porque fue un verdadero flechazo de Cupido. El día que vi a Marlene por primera vez, me enamoré de ella. Cuando la observé pasar con unas amigas por el pasillo de una oficina, mi corazón supo que ella era la mujer de mi vida”, confesó el artista, que en 2008, trabajó como embajador de Buena Voluntad de Unicef y continuó su labor filantrópica en pro de sus fundaciones, Los hijos del sol, en Latinoamérica, y La ventana de los cielos, en Miami.
Caras recuerda a sus lectores que Ricardo ya tenía dos hijos, Alejandro (31) y Héctor (30), antes de conocer a Marlene. Con sólo 18 años se casó con su primera mujer, Ana, relación que lo hizo madurar. “Haberme casado tan joven me ayudó a ser prematuramente mayor. Fui asumiendo responsabilidades desde muy chico y me tocó madurar más rápido de lo normal”, llegó a declarar. Pero la vida sentimental de Montaner se estabilizó cuando, descalzo y con el mar como único testigo, le juró a Marlene amor eterno en la playa de Puerto La Cruz, en Venezuela. “Creo que no hubiese logrado muchas cosas hermosas si no la haya encontrado”, dijo.
En la cita con la revista, en un restaurante de Buenos Aires, la pareja renovó sus anillos de boda y se obsequiaron gargantillas con un corazón de cristal Swarovski. “He sido muy feliz y este tiempo se hizo muy llevadero junto a él”, aseguró Marlene. “No puedo comprender a la gente que dice: ‘Uh, 20 años, qué matrimonio tan largo’. Creo que tener buen sentido del humor es una excelente fórmula para una convivencia exitosa. Hay que reír mucho. Eso hacemos con Ricardo, vivir con alegría”.La familia viene de Argentina, donde el cantautor decidió iniciar, el pasado sábado 8, su tour por Latinoamérica. En su país natal, el adalid del romanticismo tuvo una emblemática celebración de los 20 años de amor al lado de su mujer. Lo compartió con la revista Caras: “Creo que el amor a primera vista existe. Cuando una persona ve a alguien que la impacta, y esa experiencia deriva en una relación a futuro, es porque fue un verdadero flechazo de Cupido. El día que vi a Marlene por primera vez, me enamoré de ella. Cuando la observé pasar con unas amigas por el pasillo de una oficina, mi corazón supo que ella era la mujer de mi vida”, confesó el artista, que en 2008, trabajó como embajador de Buena Voluntad de Unicef y continuó su labor filantrópica en pro de sus fundaciones, Los hijos del sol, en Latinoamérica, y La ventana de los cielos, en Miami.
Caras recuerda a sus lectores que Ricardo ya tenía dos hijos, Alejandro (31) y Héctor (30), antes de conocer a Marlene. Con sólo 18 años se casó con su primera mujer, Ana, relación que lo hizo madurar. “Haberme casado tan joven me ayudó a ser prematuramente mayor. Fui asumiendo responsabilidades desde muy chico y me tocó madurar más rápido de lo normal”, llegó a declarar. Pero la vida sentimental de Montaner se estabilizó cuando, descalzo y con el mar como único testigo, le juró a Marlene amor eterno en la playa de Puerto La Cruz, en Venezuela. “Creo que no hubiese logrado muchas cosas hermosas si no la haya encontrado”, dijo.
En la cima del cielo
✦ ‘Muchachero’. Según Marlene, a Ricardo le encanta criar hijos y por ello quieren adoptar, pero cuando Eva Luna esté más ‘grandecita’.
✦ Querendón. Ricardo y Marlene tienen un restaurante en Miami y planifican construir una casa con cinco viviendas alrededor para sus hijos.
✦ Inspiración. Los temas del disco Las cosas son como son fueron escritos en un crucero de 18 días por el mar Egeo, pero pensados en el Caribe.
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