La prensa local que viajó hasta el aeropuerto José María Córdova de Medellín (Colombia) para conseguir una entrevista con Daddy Yankee se tuvo que conformar con ver de cerca al rey del reggaeton y compartir el avión con él y sus músicos, puesto que hubo mucho recelo por parte de la producción del artista, que no dejó acercársele ni a fanáticos ni a periodistas.
A las 21:12 del viernes, el avión despegó de Viru Viru con destino a Medellín. Se trató del primer trayecto internacional de la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BOA), que llevó a periodistas, fotógrafos y camarógrafos de EL DEBER, Unitel y Red Uno, junto a la gente de la telefónica Viva, la Casa del Camba y algunos fans.
Después de casi cuatro horas de vuelo y una prolongada turbulencia, el boeing 737-300 aterrizó en la terminal aérea de Medellín. Allí, los bolivianos fueron llevados a una sala de espera, donde la anunciada conferencia no se realizó.
“Les pido disculpas”, indicó Édgar Martínez, el mánager del artista puertorriqueño, que evitó el contacto entre los medios y El Jefe. A pesar de ello, el intérprete de Gasolina y Cuéntame, acompañado de sus músicos, se dejó ver tranquilo y sonriente e incluso ofreció un caluroso saludo antes de subir al boeing.
“Depende de su comportamiento para que haya entrevistas para todos”, sentenció el mánager, mientras que músicos, bailarines y técnicos se acomodaban en sus asientos respectivos. Durante el retorno a la capital cruceña, el Big Boss descansó toda la noche. Por su parte, la prensa no se acercó a él, pero sí estuvo pendiente de sus acciones. Amilka Gutiérrez, una fan de La Paz, también quiso hablar con el artista, mientras que para todos, el sueño de estar con El Cangri había concluido.
Los apuros en su llegada
- Arribo. Daddy Yankee pisó suelo cruceño a las 10:30. La gente lo persiguió y le tomó fotografías. Uno de los fans pudo robarle un autógrafo, en medio de gritos y ovaciones.
- Resguardado. La seguridad privada del cantante no dejó que nadie se acerque a él, pero lo que no pudo evitar fueron las fotografías que venían de una ‘lluvia’ de celulares y cámaras.
- Saludo. Con los dedos levantados, enloqueció al personal del aeropuerto, que lo siguió de cerca. Al final, los periodistas y fans fueron encerrados en una sala para calmar los ánimos.
Desde Colombia
- Amabilidad. Los guardias y coordinadores del aeropuerto de Medellín estuvieron pendientes de los pedidos de los bolivianos. En medio de una extrema seguridad hubo un trato cordial.
- Desolado. El aeródromo no registró ningún movimiento durante la madrugada. También se extrañó la seguridad por la gripe A. Ninguno de los encargados usó barbijos, pues se dijo que en todo el país hay alerta mínima.
- Seguidores. Salomón Soleto (foto) fue el ganador del concurso de Viva. Él pudo saludar a su ídolo y tomarle una fotografía. Junto con la gente de Red Uno quiso entregarle un peluche gigante, pero no pudo hacerlo. Por su parte, Sebastián Guardia (7), el ganador del concurso de Unitel, saludó al cantante con un sombrero de saó y una bandera cruceña en representación de la Casa del Camba.
A las 21:12 del viernes, el avión despegó de Viru Viru con destino a Medellín. Se trató del primer trayecto internacional de la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BOA), que llevó a periodistas, fotógrafos y camarógrafos de EL DEBER, Unitel y Red Uno, junto a la gente de la telefónica Viva, la Casa del Camba y algunos fans.
Después de casi cuatro horas de vuelo y una prolongada turbulencia, el boeing 737-300 aterrizó en la terminal aérea de Medellín. Allí, los bolivianos fueron llevados a una sala de espera, donde la anunciada conferencia no se realizó.
“Les pido disculpas”, indicó Édgar Martínez, el mánager del artista puertorriqueño, que evitó el contacto entre los medios y El Jefe. A pesar de ello, el intérprete de Gasolina y Cuéntame, acompañado de sus músicos, se dejó ver tranquilo y sonriente e incluso ofreció un caluroso saludo antes de subir al boeing.
“Depende de su comportamiento para que haya entrevistas para todos”, sentenció el mánager, mientras que músicos, bailarines y técnicos se acomodaban en sus asientos respectivos. Durante el retorno a la capital cruceña, el Big Boss descansó toda la noche. Por su parte, la prensa no se acercó a él, pero sí estuvo pendiente de sus acciones. Amilka Gutiérrez, una fan de La Paz, también quiso hablar con el artista, mientras que para todos, el sueño de estar con El Cangri había concluido.
Los apuros en su llegada
- Arribo. Daddy Yankee pisó suelo cruceño a las 10:30. La gente lo persiguió y le tomó fotografías. Uno de los fans pudo robarle un autógrafo, en medio de gritos y ovaciones.
- Resguardado. La seguridad privada del cantante no dejó que nadie se acerque a él, pero lo que no pudo evitar fueron las fotografías que venían de una ‘lluvia’ de celulares y cámaras.
- Saludo. Con los dedos levantados, enloqueció al personal del aeropuerto, que lo siguió de cerca. Al final, los periodistas y fans fueron encerrados en una sala para calmar los ánimos.
Desde Colombia
- Amabilidad. Los guardias y coordinadores del aeropuerto de Medellín estuvieron pendientes de los pedidos de los bolivianos. En medio de una extrema seguridad hubo un trato cordial.
- Desolado. El aeródromo no registró ningún movimiento durante la madrugada. También se extrañó la seguridad por la gripe A. Ninguno de los encargados usó barbijos, pues se dijo que en todo el país hay alerta mínima.
- Seguidores. Salomón Soleto (foto) fue el ganador del concurso de Viva. Él pudo saludar a su ídolo y tomarle una fotografía. Junto con la gente de Red Uno quiso entregarle un peluche gigante, pero no pudo hacerlo. Por su parte, Sebastián Guardia (7), el ganador del concurso de Unitel, saludó al cantante con un sombrero de saó y una bandera cruceña en representación de la Casa del Camba.
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